Buscar
martes, 10 de diciembre de 2024 00:10h.

Deportes

XXIII Clásica Tenerife: belleza dentro y fuera de las carreteras

Un centenar de vehículos y 200 participantes disfrutaron durante tres  días de los rincones espectaculares del oeste y norte de Tenerife, con una inusitada expectación de turistas y entusiastas del motor.

Imágenes como estas demuestran la promoción que hace la Clásica de Tenerife.
Imágenes como estas demuestran la promoción que hace la Clásica de Tenerife.

Tenerife puede presumir de ser una de las islas más visitadas del mundo, gracias a sus indiscutibles bellezas naturales, a su benigno clima y a su conectividad. No es extraño, por tanto, que la visiten al año más de seis millones de personas.

Pero la isla también resume historia y cultura y entre sus patrimonios mejor guardados, gracias al cuidado de sus propietarios, puede presumir de contar con un parque automovilístico de vehículos históricos único en España y casi en Europa, si sumamos a los clásicos, los coches antiguos, los matriculados antes de la Segunda Guerra Mundial. Entre los antiguos destacan los americanos, mientras que en los clásicos sobresalen sobre todo los ingleses, gracias al vínculo que siempre ha habido entre los puertos ingleses y Canarias.

La expectación fue masiva allí donde quedaban expuestos los coches.
La expectación fue masiva allí donde quedaban expuestos los coches.


A esos coches ingleses se han ido sumando a partir de la década de los sesenta las más destacadas marcas alemanas (Mercedes , BMW o Porsche) o italianas (Fiat, Alga Romeo o Lancia), convirtiendo a Tenerife en un museo andante del automovilismo europeo, casi al mismo tiempo que se iba incrementando el asfalto en la sinuosas carreteras de la isla, hasta la llegada en los setenta de las dos grandes autopistas, aún inconclusas para cerrar el llamado anillo insular.

La buena climatología acompañó durante los tres días
La buena climatología acompañó durante los tres días


La Clásica Tenerife, que comenzó a disputarse en 2001, es el espejo que cada año refleja ese gran patrimonio automovilístico. Primero con Juan Farizo y ahora con Miguel Hernández Calzadilla, el Real Automóvil Club de Tenerife (RACT) ha sabido movilizar a buena parte de los propietarios de esos vehículos, a otros clubes de Tenerife y otras islas, incluso a peninsulares y extranjeros, para organizar la mejor prueba de regularidad de cuantas se celebran en España, dicho por los mejores especialistas del país, algunos de ellos presentes en la Clásica.

Algunos tramos terminaron de noche y entre neblina.
Algunos tramos terminaron de noche y entre neblina.


Este año, incluso, la 23 edición ha contando, como ocurrió en el 2020, con representación extranjera, sumándose a algunos equipos europeos (ingleses, alemanes y austriacos), la presencia de dos parejas argentinas, la primera vez que la Clásica cuenta exprofeso con participación americana.

Hubo dos pasadas por Las Cañadas del Teide, siempre espectacular.
Hubo dos pasadas por Las Cañadas del Teide, siempre espectacular.


Durante los 560 kilómetros de rutómetro, con salida y llegada al parque García Sanabria de Santa Cruz de Tenerife, la prueba ha contado con una enorme expectación de turistas allí donde quedaron expuestos los coches, como Puerto de la Cruz, Los Gigantes (Santiago del Teide), además de los amantes del motor que siguieron la prueba por algunos tramos espectaculares como Chío, Las Cañadas, El Tanque, Garachico o Las Mercedes, del oeste al norte de la isla, así como la enorme presencia de público desde el jueves en la verificaciones técnicas del centenar de vehículos, o en la salida del viernes y la llegada del domingo en el García Sanabria, con cientos de personas sacándose selfies ante las joyas automovilísticas de las que puede presumir Tenerife y que cada año ruedan en noviembre para mostrarse al mundo sobre paisajes que compiten en belleza con esas monturas históricas. Una manera singular para incrementar el turismo de calidad.