En estos momentos y desde hace ya tres décadas, la isla está desarticulada, porque el frentismo político de todos contra todos, hace imposible el diálogo constructivo, que lleve al consenso necesario para generar confianza en los inversores, que sólo encuentran, actualmente,  incertidumbre e inseguridad jurídica.

No hay manera de que se ejecuten las obras públicas que demanda nuestra sociedad y el propio sistema productivo. Las pegas aparecen siempre por doquier y desde los más variados ámbitos, que sólo quieren mantener vivo un debate estéril, para perder el tiempo, paralizando cualquier actuación y sobre todo, dejando de lado los intereses generales de Tenerife, para anteponer los personales, partidistas o ideológicos. 

Las posibilidades que garantiza la Variante de la TF-5 para la Ciudad de los Adelantados, en especial, para la reunificación de su casco urbano, actualmente atravesado por una autopista continuamente colapsada, le va a permitir tener una continuidad territorial desde Geneto hasta la rotonda del Padre Anchieta, revalorizando, económica y socialmente, toda esta zona, permitiendo, además, ganar un gran espacio para el uso y disfrute de la ciudadanía. 

Por otra parte, será un aliviadero, para descongestionar y agilizar el tráfico en la TF-5, que sufre una enorme carga de vehículos a su paso por La Laguna, ocasionando grandes problemas de circulación a la entrada a la ciudad.  La obra de la Variante, también es sustancial para la descongestión del tráfico en el acceso a toda la zona Metropolitana, haciéndolo más fluido. Después de casi 40 años, esta obra supondrá un balón de oxígeno para todos los ciudadanos que  tienen que desplazarse desde el Norte de la isla, soportando enormes colas, que influyen en la salud, tiempo y en su economía particular y empresarial. Además, servirá, provisionalmente, como cierre del anillo insular por la zona metropolitana, la más importante, desde un punto de vista viario, porque es la que concentra mayor número de vehículos. Será un logro no solo para la Ciudad, sino para toda la isla de Tenerife, siendo primordial la ejecución de la obra, que no es la única solución a las colas, pero si un avance importante, donde hay que sumar la  implementación también del tercer carril en la TF-5 y poner en marcha en carril Bus-Vao.

La descarbonización y el cuidado de nuestro medio ambiente pasa obligatoriamente por el tren, ya que actualmente no emplea combustibles fósiles, reduciendo el consumo de energía y acudiendo a fuentes renovables. En toda la Unión Europea, se fomenta la utilización del tren, tanto de cercanías, media o larga distancia, porque es lo más eficiente y ecológico, para una movilidad medioambiental posible y recuperadora. Lo de dilatar el tren en Tenerife es indignante y perjudicial para la isla. Lo venimos advirtiendo desde hace casi cuatro años, desde el comienzo de la actual Legislatura y tras la moción de censura, que dio el poder del Cabildo al POSE y Ciudadanos, con apoyo externo de Podemos-Si Se Puede. Estos últimos, con el silencio y anuencia cómplice del PSOE en el Cabildo Insular, con el único fin de mantenerse en el poder, han dicho que no al tren aquí, pero en Gran Canaria, son los abanderados del proyecto. Una contradicción difícil de explicar, peor de entender y no aclarada a la opinión pública.  

Lo que ha prevalecido verdaderamente, son puramente estrategias personales, ideológicas o partidistas, pero ninguna defensa del medio ambiente, ni del territorio, porque parece ser que les parece secundario. El tren significará una movilidad sostenible, cierta, segura, rápida y terminará con el colapso viario de las colas de todos los días a cualquier hora, provocando una dinámica económica revulsiva.