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viernes, 29 de marzo de 2024 15:05h.

Femete se ofrece como mediador para solucionar el conflicto entre la Autoridad Portuaria y Tenerife Shipyards

“Sería un gravísimo pecado que nuestra Isla pierda 700 empleos”, lamenta el presidente de Femete, Alberto Villalobos, que anuncia la mediación de esta patronal para solucionar el conflicto que ha surgido entre la Autoridad Portuaria de la provincia tinerfeña y el astillero Tenerife Shipyards. 

Puerto Tenerife Shipyeards_Fotor
“Sería un gravísimo pecado que Tenerife pierda 700 empleos”

“Nos desconcierta que se haya bloqueado la instalación de un dique flotante en el puerto capitalino que permitiría atender barcos de forma continua y, por lo tanto, generar puestos de trabajo estables. Nuestra sorpresa aumenta porque la Autoridad Portuaria mantiene una apuesta firme y decidida por la industria de las reparaciones navales. ¿Entonces? ¿Qué está pasando? ¿Por qué el retraso de más de dos años en autorizar esa instalación en la dársena del Dique del Este?”, pregunta Villalobos.

“Desde Femete, ofrecemos nuestro máximo apoyo a Tenerife Shipyards, una empresa con capital cien por cien canario. Al mismo tiempo, entendemos que la Autoridad Portuaria pretenda desviar tareas de mantenimiento y de reparación naval al puerto de Granadilla para descongestionar el de Santa Cruz, pero no a cualquier coste: además de no crearse 700 empleos, se estiman unas pérdidas de unos 50 millones de euros en tres años. Por eso, consideramos extremadamente necesario que la Autoridad Portuaria desbloquee la autorización del dique con carácter de urgencia y para lograrlo mantendremos una reunión con su presidente, Pedro Suárez”, asegura el presidente de Femete.

Un acierto histórico

Villalobos concluye: “¿Realmente queremos que nuestra Isla se convierta en referente de las reparaciones navales en el Atlántico medio y, de esa forma, que se multipliquen la contribución al Producto Interior Bruto y al empleo? Pues sería un acierto histórico autorizar ese dique flotante que podría ofrecer varada a los aproximadamente 150 armadores internacionales y una flota de unos 28.000 buques. Y atención: una gran parte de los trabajos que se ejecutarían precisan del soporte de empresas auxiliares, de logística o de servicios: alojamiento, transporte, restauración, agencias de viajes, asistencia médica, proveedores de suministros técnicos o de alimentación, etc. Recordemos los estudios que confirman que la reparación naval genera un impacto económico de cinco euros por cada euro de facturación del astillero”.