Ram Bhavnani advierte que la morosidad es el problema económico del siglo XXI
El inversor de origen hindú, Ram Bhavnani, ha asegurado que “la morosidad es la peor enfermedad en cualquier proyecto inversor”. Durante su intervención dentro del ciclo Testimonios de la Real Sociedad Económica Amigos del País de Tenerife (RSEAPT), el empresario ha compartido las que considera las claves de su éxito profesional.
El destacado inversor, afincado en Tenerife, ha reconocido que la reducción de la deuda es la receta que ha aplicado a sus negocios y a su buque insignia, Casa Kishoo, que ha logrado, a lo largo de 2016, reducir drásticamente su endeudamiento con el objetivo de cambiar el modelo de la empresa.
A través de la serie Testimonios, la RSEAPT busca acercar a la sociedad, a través de un diálogo y una retrospectiva, a distintas personalidades con una destacada trayectoria en la vida social, económica y cultural de Canarias. En esta ocasión, Rav Bhavnani no solo habló de su exitosa carrera en los negocios, si no que compartió con los asistentes la importancia de la familia y los valores que le han guiado en su trayectoria, el trabajo constante, la honradez y la humildad.
De un bazar textil a una trayectoria inversora ejemplar
El inversor y empresario compartió los inicios de su trayectoria en Canarias, donde llegó como refugiado con 21 años para instalarse en Tenerife y comenzó a trabajar en el bazar textil Casa Kishoo.
No fue hasta 20 años después, en 1983, cuando decidió que Casa Kishoo realizara su primera inversión en bolsa. Su habilidad para las matemáticas y la suerte como él mismo reconoció en la RSEAPT le han permitido fraguar una carrera de éxito que le ha llevado a convertir a su sociedad familiar en una de las inversoras más populares del país desde principios de siglo, cuando adquirió una participación relevante del antiguo Banco Zaragozano, Casa Kishoo SA obtuvo importantes plusvalías con la venta de esta participación.
Posteriormente, fue determinante para que Casa Kishoo entrara en el accionariado de Bankinter, donde llegó a tener un 10% del capital, cuya venta reportó a la sociedad más de 800 millones en 2007. Con los ingresos de esta transacción, decidió que Casa Kishoo adquiriera una participación relevante en el Banco Popular y en Sabadell, de las que también se desprendió durante la crisis, ya que según explicó “también hay que saber poner fin a los proyectos”.
A lo largo de su trayectoria también ha experimentado el impacto de distintas crisis, sobre las que asegura que “se han pasado malos tiempos pero se ha remontado”. Para el inversor, la diferencia entre las crisis actuales y las de hace dos o tres décadas radica en su duración. "Antes apenas se prolongaban seis meses, ahora son más complejas y duran años".
Actualmente, los activos de Casa Kishoo están valorados en 225 millones de euros, entre los que destacan las inversiones en inmuebles para alquiler (hoteles, locales, apartamentos, etc). Para Bhavnani otra de las claves del éxito es la diversificación, en su estrategia reúne una gran cantidad de pequeñas inversiones en bolsa y en el exterior.
Bhavnani, que a menudo recibe a jóvenes que quieren aprender de su experiencia, les recomienda sencillamente “que sean honrados, humildes y que ayuden a mejorar la sociedad, sobretodo respetando a sus mayores para conseguir el éxito en la vida”.