Se trata de eliminar, en la medida de lo posible, el peligro que supone los usos compartidos de las actividades náuticas y de los bañistas o cualquier otro usuario de esta playa.

Esta actuación supone una inversión municipal de alrededor de 42.000 euros y un plazo de ejecución de 3 meses, aproximadamente. La ejecución de esta obra incluye, aparte del balizamiento a través de boyas en el agua, la colocación de la cartelería correspondiente en tierra. En concreto, se ha instalado un panel informativo en el que se explica de forma detallada los sectores en los que se divide la playa, quedando totalmente prohibido su uso para las actividades que no sean las indicadas.

Habrá dos zonas delimitadas a través de boyas y boyarines, la primera es la zona de baño propiamente dicha y la segunda para la reservada para prácticas deportivas. Hay que recordar que una vez que se hayan obtenido las autorizaciones sectoriales, que en la actualidad están en proceso de solicitud, se iniciará el correspondiente balizamiento.

Por último, los responsables municipales expresan que esta parte de la costa granadillera es uno de los pocos lugares de España donde confluyen las distintas modalidades de deportes acuáticos, por lo que este balizamiento permite delimitar las iniciativas recreativas que se llevan a cabo en el litoral y compatibilizar los diferentes usos. Desde la administración municipal piden colaboración y responsabilidad a todos los que hacen uso y disfrutan de esta zona de baño, en lo que respecta a las zonas delimitadas y el cumplimiento de la ordenanza municipal de playas.