');
Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 15:39h.

El Cabildo instará al Gobierno para impedir la extracción de áridos en Güímar

Después de décadas de destrucción de los barrancos de Güímar,  debido a la depredadora actividad extractiva de áridos, sin ningún tipo de control medioambiental por parte de la administración, ni respeto por el paisaje y el entorno colindante, parece que la recuperación, en parte,  del territorio natural destruido, empieza a caminar, gracias al acuerdo institucional alcanzado y aprobado hoy en pleno por el Cabildo de Tenerife.

BARRANCO DE GUIMAR
La extracción de áridos en Güímar ha dejado gigantescos socavones en el suelo del municipio

En ese sentido, la corporación insular se ha comprometido a llevar en el mes de diciembre el inicio de la modificación del PIOT, en la reordenación de los ámbitos extractivos de la isla, donde se especifique claramente el proyecto de esta corporación para la isla de Tenerife. 

Con ese fin, se instará al ayuntamiento de Güímar a trabajar de manera activa y rigurosa en su Plan General de Ordenación y acorde a la ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias.

Asimismo se solicitará al Gobierno de Canarias que agilice la aprobación del plan de restauración del ámbito extractivo de los barrancos de Güímar y al Parlamento de Canarias, para que elabore y desarrolle, como se comprometieron los diferentes grupos, una ley que impida definitivamente la extracción de áridos en los barrancos de Güímar, como condición imprescindible para avanzar en las garantías de futuro de ese municipio.

El Cabildo no quiere que los barrancos de Güímar sean ámbitos extractivos, y por eso presentó el pasado año una iniciativa legislativa al Parlamento de Canarias para reordenar ese espacio, restaurarlo y asegurar que los condenados por la actividad de extracción a lo largo de los años abonaran, hasta el último euro, del plan de rehabilitación que ha de hacerse en la zona. 
Desde la década de los 70 la extracción ilegal de áridos en este municipio ha sido una práctica común a la que los sucesivos gobierno insulares y regionales han dado la espalda durante años.