Güímar
Miles de personas acompañan a la Virgen de El Socorro hasta su ermita, en la singular romería, la más antigua de Canarias
La virgen de El Socorro llegó pasadas las doce y media de esta mañana, con una hora de retraso, a su ermita en el caserío al que da nombre, tras una Bajada multitudinaria, que se inició pasadas las siete y media de la mañana en una abarrotada plaza de San Pedro, lo que retrasó la salida a la que se fueron añadiendo miles de peregrinos venidos de muchos municipios de Tenerife e incluso del extranjero, aprovechando que esta Bajada cayó en sábado. Se calcula que entre hoy y mañana, más de sesenta mil personas habrán pasado por El Socorro.
Tal y como se presumía, al celebrarse un sábado, la Bajada de la Virgen del Socorro congregó a muchos más romeros que en anteriores ediciones, pudiéndose cifrar en torno a cincuenta mil personas las que disfrutaron durante toda la jornada de hoy en la considerada la romería más antigua y auténtica de Canarias, donde no hay trajes típicos ni animales que tiren de carretas, pero si una gran devoción por la Virgen del Socorro, la misma talla que hace seis siglos se les apareció a los guanches en la playa de Chimisay, en el pequeño caserío a la que la Virgen da nombre.
Pese al calor reinante, aunque suavizado por una ligera brisa y alguna que otra nube, la cifra de asistentes, ha superado en más de 20.000 la de los últimos años, según fuentes municipales.
Participantes que una vez más volvieron a tener a la albahaca como su principal motivo de adorno y que comenzaron la Bajada al alba con el Salve a la Virgen en las puertas de San Pedro Apóstol y que concluyó, tras seis kilómetros de recorrido, con el cántico emocionado del conocido pasodoble Al Socorro.
Al finalizar la Misa de los Peregrinos, pasadas las siete de la mañana y con media hora de retraso, debido a la aglomeración de público en la plaza -más de siete mil personas- comenzó oficialmente la Bajada de la Virgen, siendo escoltada ésta por la Danza de las Cintas y la música de la Banda Amigos del Arte, entre los incesantes gritos y vítores de los miles de peregrinos, el olor a albahaca y los cantos tradicionales, todo ello acompañado, pese a la temprana hora, con buen vino de la tierra y algún que otro fogón móvil.
Por la tarde está previsto hoy la tradicional ceremonia de la aparición de de la Virgen a los guanches, la emotiva procesión de Las Candelas, mientras que mañana a las cinco de la tarde la talla de la Virgen regresará a San Pedro, en donde está previsto llegue pasadas las diez de la noche, en otra jornada cargada de emotividad.