La sangre y sus hemoderivados, donados de modo altruista, son un bien público y por tanto estamos en contra de toda mercantilización de la misma y como tal debe seguir estando garantizados en el futuro. 

La intenciones privatizadoras de la administración autonómica canaria pueden poner en riesgo la universalidad de este bien tan preciado y además, que lo que es una donación de la ciudadanía no se convierta en una mercancía que termine pagando la propia sanidad pública o que acabe siendo un producto de mercado que solo esté garantizado para quienes puedan permitírselo pagar. 

La defensa de lo público tiene que ir unido a condiciones de trabajo dignas del personal que realiza las funciones en cada una de las administraciones y por tanto debe incluirse también al personal del ICHH, como garantía de calidad.

Desde Anticapitalistas Canarias exigimos que el presidente del Gobierno canario y la Consejera de Sanidad atiendan las demandas laborales planteadas por la representación laboral en defensa de un ente público que gestione el Banco de Sangre de Canarias, como servicio universal, que desista de cualquier intento privatizador y garantice de forma inmediata la estabilidad laboral de la plantilla del ICHH en línea con lo demandado por los empleados públicos de Canarias.