La consejera de Hacienda, Rosa Dávila, consideró “legítima” esta demanda y defendió ante el Pleno del Consejo la propuesta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) de aplicar la regla de gasto de forma diferenciada.
 
Sin embargo, el ministro Cristóbal Montoro rechazó la petición de Canarias a la hora de modificar el límite de gasto aduciendo que es necesario una reforma legislativa que no se podrá llevar a cabo en la presenta legislatura.

La consejera explicó que el Gobierno de España debe tener en cuenta el nivel de endeudamiento de las autonomías y su capacidad para afrontar los pagos a la hora de fijar el límite de gasto no financiero en los presupuestos de 2016. “Creemos que es necesario que el Gobierno central contemple el esfuerzo realizado por las comunidades autónomas que, como Canarias, presentan menores tasas de endeudamiento respecto a su PIB”, recalcó.

Por otra parte, Canarias se alineó con las autonomías que estaban en contra de un déficit asimétrico. A juicio de la consejera, el Ejecutivo central debe ser flexible con todas las comunidades autónomas a la hora de afrontar sus compromisos, “y no sólo con las que han incumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública fijados por el Ministerio de Hacienda”. En este punto fue tajante al afirmar que “no se puede castigar a aquellas autonomías que, como Canarias, han cumplido y que, por tanto, se han comportado siguiendo principios de prudencia financiera”.

Asimismo, Rosa Dávila volvió a rechazar el reparto del déficit realizado entre la Administración central y las autonomías “al no respetar el peso real del gasto que soporta cada una de estas administraciones”. La consejera entiende que la distribución realizada beneficia claramente al Gobierno central en detrimento de las comunidades autónomas, “que son las que sufragan los servicios públicos esenciales, es decir, la sanidad, la educación y las políticas sociales y, además, son las que mayor esfuerzo han realizado”.

Canarias, entre las más cumplidoras

El Archipiélago fue una de las cuatro únicas comunidades autónomas que cumplió con los objetivos de déficit y deuda al cierre de 2014, por lo que no tendrá la obligación de presentar un plan de ajuste presupuestario. En este sentido, Rosa Dávila aseguró que el rigor de la gestión económica-financiera de las Islas, acreditada con los datos del Ministerio de Hacienda, “permite posicionar al Archipiélago entre las autonomías con las cuentas públicas más saneadas y mayor crecimiento económico a pesar de ser una de las peor financiadas”.

“Lo que defiende Canarias, ni más ni menos, es una mayor transparencia e igualdad de trato, y estos principios son aplicables también a la negociación de la nueva financiación autonómica, pues la actual es manifiestamente injusta para las Islas en asignación de recursos por habitante, 800 millones menos al año que la media”, dijo.

A este respecto, la responsable de la Hacienda autonómica volvió a exigir al ministro Montoro la modificación urgente de un sistema “que cada año ensancha más la brecha que separa a las Islas del resto de las comunidades autónomas”.