Aunque el Ayuntamiento de La Laguna ya publicita en su página web la celebración de esta carrera, destaca, la misma carece aún de autorización del Cabildo Insular, que es la administración competente para resolver si el rally se puede celebrar o no. Sabaté recuerda que, en ausencia de un órgano de participación definitivo de la Reserva de la Biosfera, aún existe la Junta Rectora del Parque Rural de Ánaga, que es el órgano en el que están representados, entre otros, el propio Ayuntamiento lagunero, el Cabildo, la población de Anaga, colectivos sociales y ecologistas y expertos. 

“La Junta Rectora tiene voz y voto en todo lo referente a este espacio y, entre otras atribuciones que no pueden quedar en papel mojado por la irresponsabilidad de un gobierno municipal –remarca–, es el órgano que garantiza el debate, la participación y el consenso político y social en la gestión del territorio de Anaga”. 

El portavoz insular de Podemos critica la “evidente mala intención” del consistorio lagunero “al ningunear al órgano de consenso formal, obviamente a sabiendas de que el rally difícilmente cumplirá los requisitos ambientalistas del parque” y reprocha que, aún así, “el gobierno local se permite presumir de consenso”.

Recalca también que “pasar por alto a un órgano tan importante y su importantísima función, además de a los técnicos del Cabildo, resulta “por completo intolerable”, pues “dejaría en papel mojado todos los importantes compromisos participativos y metas ambientales y de modelo de gestión aprobados”, avanzando que Podemos exige que esta propuesta de carrera “sea debatida y votada en esa junta, tal como resulta preceptivo”. 

“Basta el sentido común para darse cuenta de que esa actividad resulta difícilmente compatible con la normativa y el espíritu de una reserva ambiental de ámbito mundial como ésta”, comenta. Y deja claro que “al grupo insular de Podemos nos preocupa el impacto que puede ocasionar una carrera automovilística de estas características en este frágil espacio de montaña, con un montón de personas dispersas por zonas de alto valor ecológico para ver el rally, las consecuencias de posibles accidentes y los efectos del ruido”, así como “la amenaza que supone para el presente y futuro de este espacio que administraciones como la de La Laguna evidencien tal falta de respeto a la legalidad y al debate y el consenso reales”.