Con la foto de Manuel en las pantallas del Salón de Plenos, y ante la mirada emocionada de su padre José y su hermana Mónica, la diputada ha insistido en la importancia de que se recojan pruebas en los restos del pecio para poder esclarecer la verdad de los hechos, fundamentales para el proceso judicial del caso, porque hasta ahora no se ha aportado ningún informe a las familias ni se les ha explicado el porqué de esa negativa. 

La familia de Manuel Navarro, biólogo grancanario de 33 años y una de las víctimas del fatídico accidente, viajó desde Gran Canaria para asistir al debate de esta iniciativa de la que Espino dijo que “no es mía sino suya y de los familiares de los otro 11 desaparecidos”. Durante su intervención, la portavoz ha recordado que Manuel buscaba la excelencia en todo lo que hacía y que su pasión era el mar. Su primer trabajo fue estudiar las tortugas boba en Cabo Verde, de donde regresó entusiasmado. 

“Sus compañeros dicen de él que era noble, sencillo, humilde y con un gran corazón”, ha destacado la diputada que también ha indicado que fue su generosidad la que llevó a Manuel a aceptar la petición de una compañera que le pidió que lo sustituyera en el viaje a Terranova. Desde el buque, relató a su familia las malas condiciones de la travesía y de “una tripulación exhausta, en algunos casos enferma y no bien tratada”.

A partir de la declaración de uno de los tres supervivientes, que ha rebatido las explicaciones ofrecidas por el patrón del buque, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha considerado que hay indicios para investigar el accidente por lo que las pruebas que se pueden obtener son cruciales. A pesar de las reticencias mostradas hasta ahora por el Gobierno de España para enviar una misión para bajar al pecio, las familias, que han consultado con expertos, insisten en que sí es posible bajar a esa profundidad con la tecnología actual para tomar fotografías e imágenes del estado del buque. 

Los familiares están realizando una serie de contactos con instituciones, como el Defensor del Pueblo y también se han reunido con la embajadora de Canadá en España, Wendy Drukier, que les confirmó que no hay ningún impedimento legal por parte de las autoridades de su país para que un robot pueda bajar hasta el barco. Por ello y para esclarecer lo ocurrido es fundamental que se cuente con las imágenes que se puedan tomar del pecio, ha insistido la diputada.