El motivo es expresar su preocupación por la negociación que el gobierno de España quiere iniciar con el separatismo catalán y que consideran que afecta a dos aspectos fundamentales para la continuidad histórica de España como nación. 

Por una parte aceptar los 21 puntos ofrecidos por Quim Torra y establecer un diálogo bi-lateral con relator significa darle carta de naturaleza a las aspiraciones del separatismo en este caso. Y en segundo lugar consideramos que el marco propio para establecer un diálogo democrático, y transparente es el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía nacional.

 En este sentido esta mesa de diálogo ajena a los cauces normalizadios por la Constitución abre un inquietante precedente que deja en papel mojado o cuando menos opacado al valor normativo del propio texto constitucional garante primero y último de los derechos y libertades de todos los españoles. 

Como organización no partidista pero sí comprometida con los valores y principios de la España Constitucional nos vemos en la obligación moral y de conciencia de expresar nuestra disconformidad, independientemente del color o naturaleza del gobierno que acometiese tales iniciactivas.