La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno canario, que dirige Nieves Lady Barreto,  encomendó la redacción de los  borradores de planes de recuperación y conservación de las cuatro especies señaladas con el objeto de mejorar el actual estado de las mismas. 

Con la entrega de estos borradores, se da un importante paso en la protección y mejora de estas especies, al implicar la culminación de los primeros documentos que sientan las bases para los definitivos Planes de Recuperación y Conservación, documentos que establecen medidas de recuperación de poblaciones vulnerables o que actualmente están en peligro de extinción.

El doctor Juan Carlos Rando ha sido el experto responsable en redactar el borrador del Plan de Recuperación del lagarto gigante de Tenerife (Gallotia intermedia), mientras que la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) fue 

la entidad responsable de la redacción de los borradores de los Planes de las algas rojas alsidio o alga de coral (Alsidium corallinum) y gracilaria cornuda (Gracilaria cervicornis). Al Centro de Investigaciones Medioambientales del Atlántico (CIMA, S.L.) se le encargó la redacción del borrador del Plan de Recuperación de la seba fina (Zostera noltei).

Debido a la inclusión de las cuatro especies mencionadas en los catálogos de especies protegidas, la Administración competente en la materia tiene la obligación de elaborar Planes de Recuperación para las especies catalogadas dentro de la categoría en peligro de extinción o Planes de Conservación para las consideradas vulnerables.

Lagarto gigante de Tenerife

El lagarto gigante de Tenerife, también llamado lagarto moteado o de Teno, se distribuye por los acantilados de Teno, los Gigantes y de Guaza, en Tenerife, y sus principales amenazas son los gatos asilvestrados, las ratas y la fragmentación de hábitat, aunque la competencia con herbívoros introducidos como conejos, cabras y ovejas por los recursos tróficos puede ser otro factor de amenaza importante.
Según el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, esta especie se encuentra en peligro de extinción, siendo considerada extinta hasta hace relativamente poco tiempo. Aunque se observaron restos de lagartos de grandes dimensiones en numerosos yacimientos paleontológicos de la Isla, hasta el año 1996 no se capturaron con vida los primeros ejemplares de esta especie. Estas capturas se realizaron en localidades altamente inaccesibles situadas a pie de los acantilados de Los Gigantes, en el macizo de Teno, y algunos años después, se localizó otra población de esta especie en los acantilados de la montaña de Guaza, en el sur de Tenerife.
Los ejemplares adultos de lagarto gigante de Tenerife pueden superar los 17 centímetros de longitud, por lo que son reptiles de una talla considerable. Aunque respecto a su coloración se han mencionado algunas variaciones, en general los machos adultos presentan un dorso con una coloración de fondo pardo negruzco con una densa maya de puntos amarillos, filas de pequeños ocelos azules y amarillos, y garganta de color gris pálido.
La única estima de población existente para el macizo de Teno, realizada en 2000, ofrece una cifra que oscila entre los 281 y los 461 lagartos. La población localizada en Guaza aporta datos más elevados, ya que, en una primera estimación, el tamaño poblacional obtenido fue entre 884 y 1.100 individuos, y en la segunda de las estimas se obtuvo un tamaño poblacional un 32% inferior de 529-867 lagartos, así como una distribución prácticamente restringida al acantilado marino y sus inmediaciones. 
Seba fina, en Lanzarote
La seba fina (Zostera noltei) se localiza en Lanzarote, en fondos fangoso-arenosos, principalmente en aguas someras, llegando a quedar emergida durante los períodos de bajamar. Se trata de una especie en peligro de extinción que crece formando praderas que llegan a alcanzar coberturas elevadas donde se genera un ecosistema muy rico y productivo.
El objetivo principal del borrador del Plan de Recuperación de esta especie es garantizar la supervivencia de la seba fina, en concreto, en el área litoral de Arrecife, donde se han localizado las últimas poblaciones de esta especie en el Archipiélago canario. 
Desde finales de los años 80 se ha observado una disminución drástica de las poblaciones de esta fanerógama marina, llegando a ser considerada como desaparecida, si bien posteriormente se ha vuelto a localizar en pequeños parches dentro de las marinas de la capital lanzaroteña, en concreto en los puentes de acceso al Islote de San Gabriel, en la Playa del Reducto y en el islote de Los Franceses. 
Se han detectado tres tipos de factores de amenaza para las comunidades de seba fina: las playas o zonas de baño, debido fundamentalmente al pisoteo, vertidos tierra-mar, que alteran las condiciones químicas y físicas tanto de la columna del agua como del sustrato y su sedimentación, y las zonas de fondeo. 
Algas rojas
El asidio o alga de coral (Alsidium corallinum) es una especie de alga roja de gran interés en los ecosistemas rocosos intermareales, que se encuentra principalmente en las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Se trata de un alga que estructura la comunidad y sirve de substrato de fijación, alimento y cobijo a multitud de organismos marinos, incluidas varias especies de interés pesquero o marisquero.
La principales causas de su regresión son la degradación de las rasas intermareales por ocupación de la costa con infraestructuras y el vertido de aguas residuales, escombros y material fino, además del pisoteo en zonas de baño y marisqueo. La finalidad del Plan de Conservación es detener la regresión de las escasas poblaciones existentes, minimizando las actuales afecciones que pesan sobre la misma.
La gracilaria cornuda (Gracilaria cervicornis) es una especie de alga roja incluida en el Catálogo Canario de Especies Protegidas, en la categoría de “en peligro de extinción”. Se trata de una especie citada en algunas localidades del litoral intermareal de Gran Canaria, donde suele encontrarse en charcos mesolitorales. 
En los últimos diez años, esta especie ha desaparecido prácticamente en todas sus localidades, siendo el principal factor de amenaza la degradación de su hábitat, debido principalmente a los vertidos de aguas residuales y salmueras, finos y movimientos de rocas que lo alteran. En la actualidad, únicamente tiene poblaciones en algunos charcos de la costa de Bañaderos. 
Dada la gravedad de las poblaciones de esta especie, su Plan de Recuperación intentará evitar la desaparición de la misma, procurando que los usos del área sean compatibles con su conservación.