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martes, 23 de abril de 2024 08:54h.

La cultura aseguradora, una necesidad básica de una sociedad moderna y responsable

En los últimos 20 años ha sido encomiable la labor del agente de seguros en la sociedad canaria. Este gremio, el que se apostilla “profesional”, en su tarea diaria de asesoramiento al cliente ha ido concienciando, despertando la necesidad y creando cultura, con el asesoramiento va transmitiendo sus conocimientos para proteger a los ciudadanos ante las adversidades a las que estamos expuestos todos.

 

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Y es que no todos son profesionales. Para esto es necesario tener una elevada formación, impartida por una aseguradora de prestigio, conocer las necesidades de las personas y empresas a las que se dirige y una total y exclusiva dedicación diaria y personalizada.

El contrato de seguro es la base que garantiza resarcir al asegurado con la adecuada indemnización que cubre los infortunios que a cada uno nos pueden ocurrir en el momento más inesperado. Debería ser, pero no lo es, leído y entendido, y es que para muchos resulta arduo y farragoso, al no entender la terminología aseguradora.

Por esto, es de vital importancia la confianza en el asesor en seguros, en el profesional que se pone al servicio del cliente para cubrir los riesgos que corre.

A principios de los 90, solo estaba asegurado el 30% de las viviendas, en el 2.000 el 60% y hoy en día estamos por el 80%. Se ha creado una cultura aseguradora de mayor nivel que en cualquier otra época anterior. Sin embargo, en Canarias queda aún mucho por hacer, pues está asegurado poco más del 60% de los hogares.

El contrato y sus coberturas tiene que estar adecuado a las necesidades de cada asegurado, y es aquí donde cobra especial importancia la figura del mediador, que vela por que el asegurado no quede desamparado en caso de siniestro. Estudia los riesgos, elige las coberturas adecuadas para cubrirlos, asesora, informa, conciencia a la población de la necesidad del seguro, enseña cómo funcionan las aseguradoras y los contratos de seguros, en definitiva, crean cultura aseguradora.

Esta cultura mejora el bienestar de la sociedad, que sin duda, ha evolucionado mucho en los últimos años, pues el grado de conocimiento de la utilidad de los seguros ha alcanzado a una mayor parte de la población. Pero aún queda mucho por hacer en seguros de vida (que garanticen el bienestar de la familia en caso de faltar quien la sustenta), o seguros médicos, además de la gran diversidad de coberturas de servicios que requerimos hoy.