Tanto  Java - una labradora de color negro-, como Pancho hace poco tiempo que viven con sus nuevos amos y todo parece indicar que el proceso de adaptación no les está siendo fácil con su nueva familia adoptiva.

Los perros son animales de costumbres y sobre todo fieles a sus amos. Del can se dice que “es el mejor amigo del hombre”, por lo que no es de extrañar que Java y Pancho encuentren a faltar a sus anteriores amos, motivo por el cual a lo mejor decidieron escaparse en su búsqueda.

En el momento que su actual familia vio que habían desaparecido dio la voz de alarma y empezó a buscarlos, aunque sin éxito. Fueron a la policía,  comunicaron por la zona donde viven la triste noticia con la esperanza de que alguien diera con ellos y fueran devueltos  a su nuevo hogar.

Pero pasaron varios días y nada hacía pensar que Java y Pancho se encontraran bien,  hasta que una joven los encontró deambulando por la autopista, tal como informamos en Sol del Sur, una buena samaritana los recogió y después de buscar ayuda, llamó al 112, emergencias, policía, Guardia Civil, Protección civil y a varios veterinarios, finalmente se puso en contacto con la Asociación Bienestar Animal Tenerife.

Esta Asociación lo primero que hizo fue comprobar si los perros tenían microchip. Por suerte, Java sí lo llevaba incorporado, aunque estaba registrado en Francia, pero Pancho no. Desde ese momento, Bienestar Animal  empezó a investigar y a partir de ahí consiguió ponerse en contacto con la antigua familia  y ésta con la adoptiva a la que han podido ser devueltos de nuevo, gracias también a la colaboración del refugio Acción del Sol.

Pancho y Jaya,  ya han sido registrados en la base de datos Zoocan, antes de volver a casa.