Reencuentran el amor después de cuarenta años sin verse
Con el permiso de Antonio y Sandra, que son los protagonistas de esta historia de amor, comparto esta carta y obviamente saldrá algún lector amargado que no comprende, porque no siente y porque jamás estuvo enamorado, pero respetamos su opinión.

Respetamos todas las opiniones de aquellos amargados que jamás se han enamorado de verdad y gracias a Dios son muy pocos los que no han ganado esta lotería de la vida, que es enamorarse, aunque también es verdad que en algunas partes del planeta Tierra, algunas formas de vida son de aquella manera sin entrar en detalles por las creencias religiosas.
Antonio era vecino mío y "los vecinos muchas veces escuchamos sin querer" y fueron miles de horas las que Antonio hablaba por teléfono desde Tenerife hasta Venezuela en la acera de la casa sin ser consciente de que muchos escuchábamos sin querer sus conversaciones por las rejas de las ventanas con frases cómo "Hola mi amor, te echo de menos cada segundo". La dama de nombre Sandra y Antonio han sido sufridores de un amor fuerte y verdadero durante cuarenta años, porque el amor llegó a nosotros y no supimos el porqué, lo importante es que nos queremos y eso me hizo comprender.
"Comprender que te quiero, comprender que te amo y que esto es para mí, un amor sincero. Tú me haces vivir, tú me haces sentir y lo cierto es que sin ti, no puedo vivir. Yo no quiero despedirme, para mí no hay un adiós porque tú me haces vivir, tú me haces sentir, lo importante es que sin ti no puedo vivir". Deseo felicitar a todos los seres humanos que son felices porque perdieron el control de forma natural gracias al amor verdadero, a ese instinto animal que nos convierte o nos hace parecer a los animales en celo y cuando estamos enamorados nada existe como dice parte de la canción de Manolo Tena en paz descanse, "Cuando tú estás me siento libre, cuando no estás no hay nada..."
Felicidades a todas las personas que sienten el amor a los demás sin mirar sexos, políticas ni religiones y respetan todas las formas de pensar porque no son borregos de nadie. Felicidades a todos los lectores en general y aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Obviamente, felicidades a Antonio y a Sandra que por fin se han reencontrado para continuar así con su historia de amor.
Gracias por regalar un poquito de su historia de amor y dejar compartir.