Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, que ha comparecido acompañado del director general de Salud Pública, José Juan Alemán, tras la celebración del Consejo de Gobierno, que se adelantó un día de su convocatoria habitual de los jueves. Pérez ha explicado que esta decisión respecto a la isla se ha tomado tras analizar la tendencia ascendente de las cifras de contagios, que vienen experimentando un aumento considerable desde que comenzó el mes de junio hasta situar este mismo miércoles la incidencia acumulada a siete días rozando los 100 casos por cada 100.000 habitantes. Santa Cruz de Tenerife es ya, además, la localidad de más de 40.000 habitantes con mayor número de nuevos positivos de coronavirus de todo el país.

Según Trujillo se ha apreciado un cambio "tremendamente sustancial" respecto al último Consejo de Gobierno (hace una semana). "Estábamos en 122 casos y 54 en la incidencia acumulada a 14 y siete días; ahora, en 165 y en 95", lo que representa un incremento muy elevado. Esto se suma a la presencia de la variante británica, mayoritaria en el archipiélago, ha afirmado el consejero. Además, apunta a que desde el pasado día 16 se está dando una incidencia muy alta en mayores de 65 años, pese a que los más afectados siguen siendo los menores de 45. Este es el motivo principal que ha llevado al Ejecutivo a subir a la isla de nivel de alerta, la afección a los mayores de 65.

Las autoridades (Gobierno, Cabildo insular y Federación de Municipios) se reunieron este martes para abordar la situación de Tenerife y proponer medidas para acotarla. Tras ese encuentro, el consejero de Sanidad adelantó que su departamento estaba ya preparando un paquete de medidas adicionales para aplicar en la isla. Mientras, desde el Cabildo y asociaciones turísticas se pidió en reiteradas ocasiones que se atajase el problema, pero sin recurrir a una subida en el nivel de alerta vigente, lo que afectaría principalmente al número de personas que pueden reunirse y conllevaría limitaciones mayores a la hostelería. Sin embargo, finalmente se ha optado por subir a la isla al nivel 3 de alerta (de una escala de 4), lo que equivale al semáforo rojo.

Como medidas principales destacan el número máximo de cuatro personas en las reuniones sociales (salvo convivientes), la reducción de aforos en general (centros de trabajo, velatorios, piscinas, playas, etc.), el cierre total de los locales entre las 23.00 h y las 06.00 horas, y límites adicionales en las competiciones deportivas.

En hostelería, las terrazas al aire libre deberán estar al 50% del aforo, solo se permitirán 4 comensales mesa: 4, estará prohibido el servicio y permanencia en el interior salvo para uso de aseos y recogida de comida en el propio local, se prohíbe el consumo en barra, así como el bufé y autoservicio en interior, aunque estará permitido al aire libre. El establecimiento y el servicio de recogida en el propio local deberá estar cerrado antes de las 23.00 horas, según la tabla de medidas del Gobierno de Canarias.

En los hoteles, el aforo del establecimiento será del 33% y los grupos máximos permitidos serán de cuatro personas.