La parcela sanitaria asignada a los veterinarios es fundamental para los seres humanos porque es la prevención, es evitar que se produzcan transferencias de virus del mundo animal al humano y la expansión de enfermedades entre los propios animales.

De los veterinarios depende también que los alimentos que vayamos a ingerir lleguen en perfectas condiciones a los mercados de abasto, a los lineales de los comercios, sus facultades universitarias investigan para ir por delante de un mundo que se lo está poniendo difícil: la deforestación de grandes zonas del planeta ayuda a la expansión de virus hasta ahora desconocidos o limitados a áreas concretas y la facilidad y rapidez con la que se mueven personas y mercancías facilitan que una nueva enfermedad se convierta epidemia o en pandemia y en esa trinchera, en las fronteras, en los controles de puertos y aeropuertos, los responsables son los veterinarios.

Y está también el cuidado directo de los animales salvajes y domésticos y la colaboración a la hora de controlar los animales asilvestrados que suponen un peligro sanitario.

Los veterinarios son los sanitarios que funcionan estrictamente bajo el concepto One Health (una salud) porque en su mano está cuidar de todos: animales, personas y medio ambiente considerándolos un todo y no departamentos estancos. Los veterinarios son los sanitarios que tienen una visión global de la salud, una visión que es la que el covid-19 ha demostrado que es la única válida.