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martes, 18 de marzo de 2025 00:36h.

Tenerife

La violeta de Guajara, otro hallazgo que se suma a la riqueza de endemismos en el parque nacional del Teide

Podría parecer que en el Teide, el parque nacional más visitado de Europa, ya no debería quedar nada nuevo por desvelar. Sin embargo, gracias a las numerosas investigaciones científicas que se realizan continuamente, es raro el año que no se encuentre un nuevo tipo de planta o animal. Entre todos estos hallazgos, resulta sorprendente que hace poco se catalogara una nueva especie de violeta para sumarse a la larga lista de flora exclusiva del Parque Nacional del Teide.

 

Violeta de Guajara, un nuevo endemismo según técnicos de Volcano Teide
Violeta de Guajara, un nuevo endemismo desde 2020 según un grupo de biólogos. / José Luis Martín Esquivel

Por supuesto que los viejos cabreros y montañeros conocían de la existencia de una pequeña población de violetas “un poco raras” en la ladera sur de la montaña Guajara, pero no fue hasta hace muy poco tiempo que se identificaron las diferencias, tanto en su forma como en su genética, con las famosas violetas del Teide que crecen hasta la misma cima de ese volcán.

Es decir que, entre las flores del Teide, tenemos el lujo de contar no con una, sino con dos violetas endémicas.

Hay en el parque nacional diecisiete tipos de plantas exclusivas y más de un centenar de especies de invertebrados endémicos, como arañas, escarabajos, moscas, pulgones o abejas, con características que las diferencian de las del resto del planeta. ¡Y cada poco tiempo se descubre otra nueva!

Esta riqueza y variedad de plantas y animales que viven en el Teide han evolucionado para adaptarse a unas condiciones de vida muy específicas y exigentes. Son especies capaces de sobrevivir con diferencias extremas de temperatura entre el día y la noche, una humedad muy baja y una enorme insolación, vientos que frecuentemente son fuertes y racheados, un suelo volcánico poco fértil y lluvias tan escasas como si fuera un desierto. Y aun así, o precisamente gracias a todo ello, el Teide es un jardín espléndido de especies increíbles.

 

Este ejemplar de la flora del Parque Nacional del Teide fue citado por primera vez por el botánico y astrónomo Louis Feuillé, a principios del siglo XVIII, cuando ascendió al Teide en uno de los primeros intentos serios de medir la altitud de este volcán.

A finales de ese mismo siglo, nada menos que Alexander von Humboldt la nombra en el capítulo dedicado a Tenerife de su obra Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente y a él le debemos su nombre científico de Viola cheiranthyfolia.

La violeta del Teide ostenta el récord de la flor que crece más alto de toda España, llegando a encontrarse incluso a 3.700 metros de altitud. Unos mil metros más abajo y a apenas siete kilómetros en línea recta, vive la Viola guaxarensis o violeta de Guajara.

No fue hasta el año 2020 cuando se publicó el trabajo de los biólogos Manuel Marrero, José Luis Martín Esquivel, José Docoito y Manuel Suárez demostrando que la violeta de Guajara era una especie diferente.