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viernes, 19 de abril de 2024 00:49h.

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño continua rastreando la zona

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha continuado con las labores de búsqueda en la zona donde ayer fue hallado a mil metros de profundidad el cadáver de la pequeña Olivia, de 6 años. Aunque en el día de ayer se especuló con la supuesta localización de la hermana menor Anna de un año de edad y de su progenitor Tomás Gimeno, resultó ser un bulo. Lo cierto es que, de momento no se ha encontrado rastro alguno ni de Anna ni de Tomás.

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El buque, dotado de un sónar y un robot submarino, está de forma ininterrumpida rastreando la zona donde el móvil de Tomás hizo su última conexión. Foto Moisés Pérez

Después de la confirmación oficial a través de las huellas dactilares de que el cadáver encontrado ayer era el de Olivia, los investigadores intentan ahora hallar algún rastro de Anna y de su padre y para ello el Ángeles Alvariño no ha dejado de rastrear en lo que va de día la zona donde el móvil de Tomás hizo su última conexión.

El buque, está dotado de un potente sónar y un robot submarino, y está de forma ininterrumpida rastreando una zona que tiene una profundidad de entre 1.000 y 2.000 metros, Probablemente  continuará estos trabajos hasta el lunes 14 de junio aunque, según ha adelantado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, su actividad se podría alargar unos días más en función de lo que se encuentre.

Mientras que continúa la investigación supervisada por el juzgado de Güímar, municipio en el que apareció la lancha a la deriva del padre de las niñas, la sociedad canaria ha expresado hoy su indignación y tristeza por el hallazgo en el fondo del mar del cuerpo de Olivia y aguarda la expectativa de otras noticias que se presumen también serán  terribles.

Las concentraciones, condolencias, muestras de solidaridad y minutos de silencio se han hecho incontables en los ayuntamientos canarios y también en el resto de España, pero sobre todo en Tenerife, en cuya costa ya se ha hecho habitual ver al Ángeles Alvariño.

También  parlamentos, cabildos o sindicatos guardaron un minuto de silencio por este terrible crimen machista, sino que también todas las comisarías de la Policía Nacional y los cuarteles de la Guardia Civil, apoyaron con su silencio a la familia y especialmente a la madre Beatriz, que siempre mantuvo la esperanza  en que el secuestro de las pequeñas el 27 de abril acabaría con su regreso sanas y salvas.

El presidente del Gobierno de Canarias Ángel Víctor Torres, ha recibido este crimen como "una muestra de la violencia más cruel y retorcida, la violencia vicaria, la que ejerce un hombre sobre una mujer arrebatándole lo que más quiere: a sus hijas e hijos. Una violencia instrumental en la que se utiliza a menores para causar en la mujer un daño mayor que si la agrediera a ella directamente".

Según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, Olivia se suma a una larga lista de menores asesinados por sus padres o por las parejas de sus madres en el marco de la violencia machista, 39 desde 2013.