En varios hilos de debate abiertos en redes sociales a colación de esa noticia, numerosas personas han vertido testimonios aterradores sobre ataques, persecuciones, amenazas, robo y hasta una retención/secuestro que tienen un denominador común: todos apuntan hacia un mismo autor de los hechos (al que identificaremos como X.). 

En concreto, atribuyen los hechos delictivos que han relatado en redes y/o directamente a este periódico digital a un vecino de origen italiano al que sitúan residiendo en las canchas de tenis de la urbanización Sueño Azul. Le definen como sumamente “agresivo” y “peligroso”, especialmente con las mujeres. También destacan que siente una gran animadversión hacia los perros y, por extensión, hacia las personas que tienen ese tipo de mascota.


“Temo por mi vida”

Lucy, la mujer que ese hombre persiguió el jueves por el pueblo hasta darle una fuerte patada y que logró huir de él porque otro vecino intercedió en su defensa, ha manifestado a este periódico que ese sujeto la tiene cogida con ella porque es amigo de su anterior casero, un hombre que reside en Alemania y con el que tuvo varias desavenencias.

Explica que tras numerosas disputas entre ellos relacionadas principalmente con incumplimientos de las condiciones de alquiler y una factura de agua desorbitada que ella se negó a pagar, “trató de echarme a través de ese italiano, que me aterroriza desde entonces”, aunque matiza que previamente ya había tenido un problema “de acoso sexual en un ascensor” con ese sujeto. 

Detalla que empezó a sufrir “cortes de agua, de electricidad y más y más; todos los días algo más”, llegando incluso “a atacar a otros vecinos y a amigos que intentaron ayudarme”. Durante aquella etapa, apunta, tuvo que llamar a la Policía Local y a la Guardia Civil “casi a diario” e interponer varias denuncias, la primera vez asistida por un traductor en dependencias de la Benemérita y las siguientes vía correo electrónico. Hasta que al cabo “de una semana de guerra”, una noche cogió sus cosas y se fue de la vivienda. 

Pero a pesar de su cambio de residencia, la situación de acoso ha continuado, y sostiene que en cuanto la ve por el pueblo, la persigue con ánimo de atacarla, como ocurrió el jueves. Ahora su miedo ha aumentado porque, según explica, unos vecinos han visto a su acosador rondando por su coche y por su nueva vivienda, “con lo que ya sabe dónde vivo”. Tras haber manifestado en Facebook “(…) un día me cogerá en la calle y me apuñalará. Él no conoce fronteras”, ha asegurado a este periódico que realmente teme por su vida.

El vídeo fue grabado justo después de la citada agresión a Lucy y muestra al chico que la defendió (con camisa negra) y a su agresor (con camisa verde), al que se puede oír replicando que por qué se puede atacar a un hombre y a una mujer no, que la violencia "es el único idioma que entienden", para acabar lanzando una amenaza al parecer dirigida a la mujer que acababa de golpear: "si te veo pasar por ahí no vuelves por tus piernas" (afinando la traducción, querría decir algo tipo 'si vuelves a pasar por ahí, no sales por tu propio pie")

“Preso en las canchas de tenis”

Otro vecino de Callao Salvaje, Daniel, al leer la noticia de Sol del Sur sobre el ataque que sufrió Lucy el pasado jueves y ver el vídeo en el que aparecen el atacante y el héroe espontáneo que defendió a la mujer, comentó en la página de Facebook Adeje Directo: “Este personaje, el de la camiseta verde, hace unos años agredió a mi pareja de entonces, una mujer que pesa la mitad que él. Cuidado, es peligroso”. Avanzó que volvería a ponerse en contacto con la policía de nuevo para ver cómo podía ayudar a desenmascararlo y se ofreció como mediador de otras posibles víctimas de X.


Daniel, de origen austríaco, ha detallado a Sol del Sur que ese hombre gestionaba las canchas de tenis de Sueño Azul y que, tal y como intentó denunciar ante la Guardia Civil de Adeje en aquel momento, una de las veces que fue a jugar en esa instalación deportiva que frecuentaba con su familia desde hacía años, X. le reclamó una cuota de alquiler que ya había pagado (4,50 euros). “Le dije que anotara el importe pendiente para futura aclaración, ya que sabiendo que la hora estaba pagada no había siquiera traído la cartera” e intentó abandonar el lugar. 


“Visiblemente alterado”, añade, X. trató de impedir por todos los medios que se fuera, llegando a empujarle “con violencia hacia atrás”, y que “arrinconó” a su entonces pareja hasta dejarla “visiblemente atemorizada” y “paralizada” en manos de un hombre “violento”, que la estaba “intimidando con los ojos fuera de órbita y apretando los puños, amenazando con perder el control en cualquier momento”. 

Daniel recuerda que llamó por teléfono al 112 en dos ocasiones para que fueran “a rescatarnos, ya que nos encontrábamos literalmente presos en el club de tenis” y que durante la espera, mientras se esforzaba en mantener la calma dentro de lo posible para no desencadenar una pelea, su 'secuestrador' logró hacerse con una de sus raquetas “tras una explosión de violencia e intimidación” y, satisfecho con lo que consideró una especie de fianza o compensación por el doble pago que reclamaba por el uso de las canchas, los dejó marchar. Esa retención, detalla, duró 15-20 minutos.

Añade que él y su acompañante fueron directamente a denunciar ese terrorífico episodio de “detención ilegal y robo con violencia e intimidación”, pero indica sorprendido que “la Guardia Civil de Adeje alegó que sin heridas o daños físicos visibles no admitían la denuncia”, con lo que X. no tuvo que rendir cuentas ni asumir ningún tipo de responsabilidad ni sanción por lo ocurrido.


Por eso, ahora, no ha dudado en dar un paso al frente para apoyar a otras víctimas de ese individuo. “Tengo que pensar en mi seguridad y en la de mi familia” y “temo venganza”, dice, “pero ya me decidí a dar la cara”. 

“Cada vez que salía venía detrás de mí”.

Otra vecina que ha roto el silencio es Pilar. Al leer lo que le había ocurrido a Lucy, manifestó que a ella también la había seguido “porque decía que la perra que yo llevaba de paseo había hecho sus necesidades por todo el paseo y era mentira, cada vez que salía venía detrás de mí y se ponía tan violento que opté por cambiar de ruta en vez de ir hasta las canchas de tenis donde él vive”. E indica que toda la gente le dice “no te pongas con él, que le da igual que seas una mujer” para agredir y que le han asegurado que X. tuvo un juicio hace poco por golpear a un vecino de Callao.

Incide en que ha tenido unos días de tranquilidad por no poder ir a trabajar debido al confinamiento, y lamenta que se haya permitido que ese sujeto “se haya crecido” atemorizando al pueblo.

Hay más testimonios similares a los anteriores que han preferido no hacer públicas sus historias por miedo a represalias.

Silencio del Ayuntamiento

Sol del Sur ha intentado contactar con responsables políticos del Ayuntamiento de Adeje para abordar lo que está ocurriendo en este núcleo del municipio y saber si tienen previsto tomar alguna medida, pero no hemos obtenido respuesta. Uno de los entrevistados ha indicado en ese sentido que también intentó hablar con la concejal de Bienestar Comunitario y Seguridad, “y me dijeron que no está dando citas para hablar por teléfono, pero que al pasarle el caso igual me llama”.