La mujer estaba en la oficina de una compañía aérea, dispuesta a volar a un tercer país con tránsito aeroportuario en Reino Unido. Para este tránsito, en su caso, era necesaria la obtención de un visado que ella no acreditaba tener. Por esa causa fue informada por los trabajadores de la compañía que no podía tomar el vuelo.

La mujer, acompañada por varios compatriotas, comenzó a golpear el mostrador de la oficina, mostrarse irrespetuosa e insultar a los trabajadores.

Los policías nacionales requeridos intentaron explicar la situación a la joven y calmarla, sin conseguirlo. Esta mujer, en un momento dado, golpeó a uno de los agentes, lo que motivó su arresto y puesta a disposición judicial.

La situación provocada por la joven ocasionó una alteración en la prestación del servicio de la Policía Nacional que ralentizó el control de pasajeros y documentación de varios vuelos.

Las actuaciones fueron realizadas por policías nacionales del Puesto Fronterizo de la Policía Nacional del aeropuerto de Reina Sofía.