Las personas investigadas alquilaban residencias de lujo provistas de medidas de seguridad que acondicionaban con filtros de aire, modificando puertas y ventanas con cierres herméticos para el cultivo y elaboración de marihuana en diferentes fases.

Durante los registros, que se llevaron a cabo en tres domicilio autorizados judicialmente, los agentes incautaron 100 kilogramos de marihuana en forma de cogollos, 900 plantas de la misa especie en diferentes estados de crecimiento, cerca de 40.000 euros en metálico y 2 kilogramos de “rosín”, un tipo de extracción de cannabis que se obtiene al aplicar presión y calor a los cogollos de marihuana o al hachís.

Además de la cantidad significativa de drogas, se requisaron instrumentos y maquinaria utilizados para su preparación y distribución.

La investigación se inició el pasado mes de abril y culminó con la detención y posterior puesta a disposición judicial de cuatro personas, de las cuales, a una de ellas le consta un antecedente por tráfico de drogas. A los investigados se les imputa un presunto delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.