');
Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 01:32h.

El Ayuntamiento de La Orotava permite la eliminación de 11 árboles ante las obras en la TF-21

En el proyecto, aprobado por el Cabildo, de rehabilitación del asfalto de la carretera TF- 21, en el tramo que va de Las Cuevas hasta Santa Úrsula está previsto eliminar 11 árboles de 23 ejemplares. La mitad, prácticamente. 

Árboles en la TF-21 la Orotava _Fotor
Ante la crisis climática y poseyendo el sello internacional de Cittaslow como municipio turístico sostenible, El Ayuntamiento de La Orotava permite la eliminación de 11 árboles ante las obras de rehabilitación del firme de la TF-21.

En esta rehabilitación del firme, o reasfaltado, impera la normativa de seguridad para las vías de circulación que impone colocar una barrera de protección a estos árboles. Al no haber espacio para esta barrera por las condiciones de espacio de esta carretera, la solución que se ofrece es la de eliminar a los árboles. Son árboles de unos cuarenta años o más, que por el momento no han representado problemas para la circulación por esta vía, frecuentada por todo tipo de vehículos a motor, ciclistas y peatones. Destacar, también que estos árboles se encuentran al lado de un Paisaje Protegido, La Resbala. Pero, aun así, de nuevo, y en la época en la que estamos, sigue prevaleciendo el automóvil sobre el árbol. Estando en este punto nos colocamos a la cola de Europa y de países de otros continentes que muestran más respeto y consideración hacia sus árboles.

Según nos han informado, el reasfaltado va unido de manera inherente con la colocación de barreras de protección a los árboles. Si no se colocan las barreras de protección no se procede a la rehabilitación del firme. Porque esa ha sido una de nuestras solicitudes desestimada, que se reasfalte sin colocación de barreras, para no perder estos 11 ejemplares. Si bien, después de transitar por la TF-21 comprobamos que el asfalto sí que tiene mayor necesidad de ser rehabilitado en el término municipal de Santa Úrsula que en el de La Orotava.

Árboles tf-21 . at 4_Fotor

En muchas carreteras de Tenerife, principalmente en el norte, se plantaban antes, ya no se hace, árboles en los márgenes de las carreteras generales. Pues según esta normativa vigente son todos esos árboles, plantados hace dos o tres generaciones los que vamos a ver peligrar, de ahora en adelante, en su coexistencia con el tráfico actual; aunque éstos hayan llegado mucho antes que la mayoría de los coches que circulan por estas vías. 

Mientras en el ayuntamiento de Santa Úrsula se niegan a perder los tres árboles que les corresponden en su parte de esta carretera TF- 21, el Ayuntamiento de La Orotava no presenta ninguna oposición frente a este arboricidio, aun perteneciendo, La Orotava, a la prestigiosa Red de Turismo Internacional de Ciudades por la Calidad de Vida Cittaslow, a través de la que declaran que en La Orotava “abogan por valores como la sostenibilidad y la protección de su entono” (extraído de la web del consistorio). Incluso el propio alcalde subraya que “La Orotava aboga por el respeto con el entorno, mantener la integridad ambiental, el bienestar de los recursos naturales y culturales (…) La Orotava será, de seguro, un referente del turismo sostenible”.

¿Cuán insensible se ha vuelto La Orotava, hasta el punto de exigirle a los árboles que cumplan con las normativas y cánones de distancia bajo amenaza de muerte? 

De sobra sabemos que los árboles no se pueden desplazar, y muchos de ellos hoy se encuentran en el lugar en el que alguien los plantó un día, hace años, y desde entonces vienen desarrollando sus tan necesarias e insustituibles funciones.

Hoy, en los modernos proyectos de carretera se les exige que cumplan con las distancias que ordenan las normativas, y si éstas no se cumplen la solución que se da es su eliminación. Pero, ¿en qué mundo vivimos, que le pedimos a los árboles que se acojan a las normas? ¿No sería más razonable pedirles a las normas que se ajustes a los árboles, a sus singularidades, posiciones, tamaños y casos concretos? ¿No sería más fácil pedirle a la norma que haga las excepciones pertinentes y oportunas para salvaguardar a los árboles? Cundo los árboles se enfrentan a las normas, normalmente son ellos los que acaban perdiendo, y se eliminan. Los árboles y la naturaleza son siempre los perjudicados. Pero perjudicando a la naturaleza nos perjudicamos a nosotras, las personas, ya que dependemos de la naturaleza. Es un hecho.

En la reunión, para explicar la relación entre el reasfaltado y las talas “justificadas por la normativa”, que se organizó el jueves 24 de febrero en el Ayuntamiento de La Orotava entre el director de carreteras del Cabildo, la Mesa del Árbol y 5 concejales del consistorio; 4 de estos concejales no fueron capaces de manifestarse para defender nuestro patrimonio vivo ante el proyecto del Cabildo, tal como hizo el Ayuntamiento de Santa Úrsula. No se manifestaron a pesar de defender ese patrimonio en sus comunicados y web oficial como ya antes se mencionó; a la hora de la verdad no defienden a los árboles, ni hacen el menor amago por atender o escuchar los deseos y súplicas de los vecinos por los que fueron votados. Ni para manifestarse en contra, ni tampoco a favor, para afirmar que están de acuerdo con este proyecto. Pasividad e indolencia absoluta es lo que mostraron con su silencio en la reunión.

No debemos olvidar el punto 2 del Artículo 45 de la Constitución: Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

Desde la Mesa del Árbol de La Orotava, hemos solicitado la revisión del proyecto, la búsqueda de alternativas, como dejar a estos árboles sin las barreras de protección que esta normativa dictamina, ya que, al llevar toda la vida sin ellas, se podrían seguir quedando como están. Preferible que se quede el árbol sin barrera de protección, tal como ha vivido hasta ahora, antes que perder al árbol. Hemos solicitado se haga una excepción por la edad de los árboles y todos los beneficios que aportan a la fauna del espacio protegido colindante La Resbala y dada la belleza paisajística que aportan en esta histórica carretera en la que se encuentra el emblemático mirador de Humboldt. A parte de resto de beneficios, como los beneficios medioambientales que los árboles nos aportan, absorber el CO2 que emiten los vehículos, purificación del aire, etc.

Hemos solicitado que se controle la velocidad de este tramo de carretera por radar. Por la “posibilidad” que manifiesta el Cabildo de que los vehículos coalicionen contra los árboles. Hemos solicitado utilizar balizas reflectantes en el pie y base de los árboles; Modificar la circulación y convertirla en una vía de un solo sentido por su cercanía con la carretera TF-217, paralela a la TF-21 por la parte de abajo, alternativa que ha funcionado con éxito en otras vías de La Orotava como en el Cno. Polo y en la C/ Pescote de la Villa Arriba; y otras más alternativas ante la pérdida de estos 11 ejemplares. La respuesta del Cabildo, la misma: «Es lo que la normativa dicta y si el árbol no se adapta a ella debe ser eliminado».

Pero, ¿si esa normativa, en este tramo en concreto, nos perjudica más de lo que nos puede favorecer? al eliminar parte de la flora de la zona se perjudica, no solo a la avifauna de la zona, causándole un gran perjuicio, sino a la ciudadanía que deja de gozar de los beneficios de los árboles. Dejar a estos árboles sin barreras de protección ¿qué riesgos puede suponer? Los mismos con los que hemos convivido hasta ahora al pasar por esa carretera: los que hay en cualquier carretera por la que circulamos cada día. En las que, si se disminuyera la velocidad y se siguiera conduciendo con la precaución que corresponde, pues no tendríamos que notar ni percibir ningún cambio. Y gozaríamos de la satisfacción de haber conservado nuestros árboles, pertenecientes a este lugar, y para el disfrute de las futuras generaciones. 

En los márgenes de nuestras carreteras hay árboles, casas y edificaciones, vallas, farolas, muros, barrancos, lomas, acantilados, etc. Y cada día los conductores cruzan las carreteras con todos estos elementos, o la ausencia de ellos, no es nada nuevo, y no implican un peligro adicional, si circulamos correctamente. Y pasa lo mismo en las carreteras que hay en otros lugares.

La carretera TF-21 transcurre por un terreno de elevada inclinación en determinados tramos, especialmente por la zona de La Resbala. Los árboles de los márgenes realizan la importante función de sujetar el terreno con sus raíces, su eliminación provoca el riesgo, a medio y largo plazo, de deslizamientos del terreno por lluvias. Ya que sería dejar como único sustento el antiquísimo muro de contención. Riesgo añadido a tener en cuenta al eliminar los árboles.

Hoy en día prima la normativa. ¿Y si ésta estuviera obsoleta, si estuviera desfasada, si hubiera que revisarla? La normativa es rígida, y la naturaleza a la que intenta doblegar no encaja en estas disposiciones, en estas cuadrículas. ¿Vamos a permitir que se pierdan todos nuestros árboles que están en los márgenes de nuestras carreteras porque no encajan con la normativa? ¿Vamos dejar perder nuestros valores naturales y de identidad? ¿Por qué no intentamos que la normativa se adecúe a nuestros elementos y/o patrimonios naturales, como son nuestros árboles? Que se adecúe a las diferentes situaciones, a cada caso. Generalizar a través de normativas no siempre es la mejor manera de hacer las cosas. Y menos cuando la naturaleza no entiende de normas ni de márgenes. No porque hasta ahora se haya hecho así, se tiene que seguir haciendo de esa manera.