Cientos de portuenses y también de visitantes esperaban antes ya de las 8 de la mañana a la llegada de los rebaños que bajaban de la parte alta del Valle de La Orotava para rendir la cita anual que se viene repitiendo desde 1986, tras la recuperación por parte de un colectivo liderado por el profesor Manuel Lorenzo Perera de esta tradición que se remonta por siglos, un ritual donde la cultura y la etnografía se dan la mano para recordar la importancia no sólo del sector primario sino también de mantener y cuidar las tradiciones que desde ese año reivindica su lugar dentro de los actos que hacen de este San Juan unos días tan especiales, junto al Enrame de Chorros y a la programación dedicada a celebrar la noche en la playa con las tradicionales hogueras y con unos conciertos que este año diversificaba su oferta, incluyendo el espacio del muelle, para diversificar y hacer más sostenible una celebración que tiene que compartir un mensaje de sostenibilidad claro. 

El alcalde agradeció a todos los colectivos participantes, desde los propios cabreros hasta la asociación Auchón Guanil con la exhibición el juego del palo, incluyendo a José Manuel Espinel que lidera la recuperación de los juegos canarios de inteligencia que completaron junto a los miembros del aula de Educación de la Universidad de La Laguna una mañana repleta de la celebración de un sentimiento que ahonda en nuestras raíces por siglos. “Y es aquí donde la figura de Manuel Lorenzo Perera se agiganta para ofrecerle un homenaje tan merecido y que con tanto cariño dedicamos desde nuestra ciudad hacia su ingente labor por la recuperación de la cultura popular canaria”, explicó.

González quiso subrayar “ese mensaje de cuidado e impulso de nuestras tradiciones que tanto tienen que ver con nuestro origen y también con esa oportunidad de distinguir a la ciudad como un lugar que celebra y comparte esa identidad que estos días es tan palpable”. 

Culminan así unas jornadas que han vuelto a demostrar, incluyendo las charlas en el Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz tanto de Nicolás González Lemus como de Ricardo Marcos Fajardo, que la cultura y la identidad hacen a un pueblo más rico, más consciente y más preparado para defender un legado que pertenece a las presentes y futuras generaciones de portuenses.