Buscar
viernes, 08 de noviembre de 2024 13:55h.

Güímar

Desahucian a Francis, el exsepulturero de Güímar, tapiando la vivienda que ocupó durante 34 años frente al cementerio

Definitivamente Francis, el que fuera durante más de 30 años sepulturero de Güímar, ha tenido que abandonar la vivienda que le había cedido en su día el Ayuntamiento de Güímar. Aunque el desahucio sigue judicializado, el domingo por la noche la vivienda quedó tapiada, después de que Francis recogiera sus pertenencias. 

casa tapiada 2 buena
Los operarios municipales tapiaron las ventanas de la pequeña casa frente al camposanto.

Francisco Domínguez, a quien todo el mundo conoce en Güímar como Francis El sepulturero, denunció  hace unos meses al Ayuntamiento de Güímar, al alcalde Gustavo Pérez y a Policía Local, por intentar desalojarle, sin una orden judicial, el pasado 20 de abril de la vivienda que ocupa desde hace 33 años, cuando sustituyó como sepulturero municipal a su suegro, que le fue entregada, por el propio consistorio, justo al lado del camposanto, en el que ha sido enterrador, fosero, barrendero y hasta pintor.

El Ayuntamiento de Güímar ordenó el desalojo del inmueble, de apenas 44 metros cuadrados, aunque cuenta con un amplio patio, por “riesgo de derribo”, aunque en realidad ya hace años que está detrás de que Francis abandone esa vivienda, cuando este le denunció después de que el Consistorio no le indemnizara el despido laboral tras sufrir un grave atropello el 9 de enero de 2019 que la postre le supuso una invalidez permanente, cuando hoy tiene 59 años de edad. Al final accedió el día 1 a abandonar la casa, aunque insiste "la Justicia todavía tiene que decir la última palabra, porque han hecho un desahucio con violencia y sin una orden judicial", señaló ayer.

La casa apenas tiene 44 metros cuadrado, pero cuenta con patio y azotea.
La casa apenas tiene 44 metros cuadrado, pero cuenta con patio y azotea.

Francis recuerda que pasó dos años de rehabilitación, después de permanecer tres días en la UVI, en los que “estuve entre la vida y la muerte”, tras sufrir la rotura de la clavícula, cinco costillas, el vaso y la perforación de un pulmón.

Francis comentó entonces que “he tenido que denunciarles porque se han saltado la ley, como les dijo el Contencioso, cuando Gustavo (el alcalde) mandó a dos policías, dos operarios, un cerrajero y una chica a echarme de mi casa, hasta pasé miedo, porque me enseñaron la porra a gritos de que me fuera, que era un vividor, que ganaba suficiente dinero para alquilarme otra casa”, comentó Francis, quien ha puesto el asunto en manos de un conocido abogado de Santa Cruz, porque “ya no puedo tenerlo de oficio”, reconociendo que cobra una paga por la invalidez, pero que mantiene el derecho de seguir viviendo en esa casa, junto a sus dos perros ciegos, según determinó el juzgado. Francis asegura que cuenta con el apoyo de “todos los vecinos, que me dicen que no me vaya, que aguante".

francis sepulturero
Francis, cuando trabajaba como sepulturero en una foto de hace diez años.


Francis, que cotizó durante 35 años a la Seguridad Social, aparte de sepulturero ha sido repartidor de prensa, miembro de seguridad y camarero, entre otras profesiones, cobra hoy por aquel accidente algo más de 1.200 euros mensuales y recibió unos 30.000 del seguro del automóvil que le causó el accidente cuando se dirigía aquel 9 de enero con su moto desde el cementerio a una funeraria.

El accidente tuvo por tanto la consideración de laboral. Sin embargo, el concejal de Seguridad, Cándido Gómez, le comunicó entonces que no tenía derecho a indemnización, por cuanto el Consistorio de Güímar, debido a la crisis económica y las leyes de la regla de gasto, quitó en 2012 el artículo 46 del convenio colectivo del personal laboral, las ayudas sociales y, además, el seguro de invalidez o de vida (12.020,24 euros). En 2015 se retomaron algunas ayudas sociales suspendidas tres años atrás, pero no los seguros.