El obsceno desfile de sombras sin dueño
Desfilamos en estos últimos tiempos por un estrecho filo que nos pone a prueba como sociedad, como ese conjunto de ciudadanos cuyo fin es prosperar y hacerse mejores unos a otros. Ese filo es la tortuosa senda que nos separa del caos y del fracaso, de la ira y de la confrontación. Los acontecimientos de estas últimas semanas con la llegada de miles de migrantes a nuestras costas no está sino haciendo aún más fino el camino sobre el que se asientan nuestros pies, cansados y doloridos tras un año extremadamente extenuante para todos. Las escenas que vemos a diario tienen su máxima expresión en el puerto de Arguineguín, donde cientos de seres humanos se agolpan en unas condiciones que pocos de nosotros seríamos capaces de soportar.