Se acabó el año
Para lo bueno, porque siempre hay cuestiones a celebrar, cosas bien hechas, acontecimientos irrepetibles, vencimientos, especialmente personales, también, en las distintas esferas vivenciales, como en el entorno profesional. Sin duda, llegados los últimos días, siempre hay que darle gracias a Dios, por haberlos vividos, disfrutándolos. También, de alguna manera, tomando esta expresión del mundo del cine, nos hemos enfrentado al lado oscuro, a lo escabroso, malo, a las contrariedades, más frecuentes de lo que cada uno quisiera, incluso algunas muy amargas, es claramente lo que podemos denominar con total acierto, la pelea por la supervivencia.