Es que viene todo tan deteriorado, que el quejarse es algo perogrullo, porque de fábrica ya viene mal y totalmente confuso en su interpretación. Cuando Sánchez llega al poder en el 2018, llegó con la misma estampa de ahora, sin ganar las Elecciones, o sea sin disparar un "chícharo", dio un auténtico braguetazo como se dice en castizo.
Debería de haberse aprendido lo que siempre se ha hecho cuando se "reelige Presidente", y es que como tradición tanto como vecinos, como amigos, y como un protocolo ya tradicional, se hace la primera visita del nuevo Gobierno (como siempre ha sido) al Rey Alauita de Marruecos (en este momento) Mohamed VI.
Pero este viaje oficial del reelegido presidente español que se esperaba en Rabat, Sánchez lo escamoteo y prefirió hacerlo a París y sacarse unas fotos en el Elíseo con Macron, despreciando así su viaje a Rabat y a su Monarca.