El enemigo en casa
A la izquierda no le queda otra que repensarse. El panorama global apunta a un cambio de ciclo político que se traducirá en la proclamación de gobiernos escorados a la derecha con la probable presidencia de Donald Trump a la cabeza. Las clases medias no encuentran soluciones en el relato de una izquierda casposa con aires de superioridad, cada vez más elitista y menos obrera, y percibida como parte del problema. El discurso moralista ha convertido la ideología de izquierdas en una religión inquisidora y antipática, tanto en su relación con las proclamas del feminismo radical como en lo que se refiere a la metamorfosis que experimentan sus líderes cuando llegan al poder.