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miércoles, 12 de febrero de 2025 00:40h.

“Ya si eso”

Expresión que utilizamos mucho los canarios para significar varias actitudes vivenciales, una, es la evasión al compromiso, es decir, para no negarse tajantemente a ejecutar o decir algo, saliendo por la tangente y quedando bien, añadiendo cortesía. Otra, es el cierre o despedida que termina vagamente imprecisa, sin saber exactamente en lo que se ha quedado previamente.

El cuento de la vieja majadera

Los que hemos pasado ya con creces la edad de la adolescencia, seguro que nos acordaremos de aquella matraquilla, este americanismo que significa repetición insistente y fastidiosa de algo, que nos hacían con cierta frecuencia nuestros familiares más cercanos, especialmente los mayores, padre, madre, hermanos, para tomarnos el pelo bromeando sanamente, primero, haciéndonos reír cuando éramos unos críos y después, ya enfadarnos un poquito cuando empezábamos a espabilarnos. Era el cuento de la vieja majadera, donde se reiteraba la misma monserga una y otra vez hasta el cansancio. Se perdía la paciencia, muchas veces entre risas, en otras ocasiones se terminaba en una rabieta sonora, para llegar al final a decir por fin que no, que ya estaba bien, no hacía gracia y que no se insistiera más. 

 

Gracias a los que trabajan por los demás

Hace una semana, asistí invitado por una empresa de inserción social y laboral, que trabaja, encomiablemente, como agente solucionador del gran problema de exclusión social que sufre la población canaria, para tener con las personas de las que se ocupan y preocupan una conversación, me gusta denominarlo así, más que charla, conferencia o discurso, que siempre parece más lejano y carente de empatía o cercanía.

La fábula de la vivienda

En el presente, el dilema que se ha puesto de manifiesto reiteradamente es la necesidad de cubrir la demanda de vivienda que exige Canarias. Se oye de todo, desde cuales son los orígenes de este problema, hasta que soluciones se pueden aportar. Cada uno lo hace desde posicionamientos más  ideológicos y oportunistas, que realistas.  Ha salido a colación, como es costumbre desde hace décadas en nuestra tierra, cuando no se tienen los planteamientos acertados o respuestas apropiadas a lo que se quiere solventar, acudir al tema de la superpoblación que soportamos en un territorio limitado como es nuestro Archipiélago. 

Declaraciones Imprudentes

Hace dos semanas fue tiroteado en plena calle, después de una reunión oficial, el primer ministro eslovaco Robert Fico, que continúa en estado de máxima gravedad, aunque estable y fuera de peligro. Ahora las alarmas han saltado en el país centroeuropeo, ya que parece que se han despertado de un sueño, donde todos vivían en una confrontación política permanente, agresiva, sin tregua y bastante acalorada. 

Se ha instalado la simpleza

Que es llanamente las boberías que se dicen en la política ante las próximas Elecciones Europeas. Asistiremos a una retahíla de promesas coloristas, propuestas disparatadas o sugerencias ingeniosas. Sabiendo que después de celebrado el proceso electoral todo volverá a la calma y la vida fluirá como siempre. Hay políticos que incluso se creen lo que prometen, otros con más experiencia ofrecen el oro y el moro, a fin de cuentas, son unos vendedores de humo.

Maldita Burocracia

Hasta aquí hemos llegado, no podemos seguir igual como si no pasara nada. La tesitura es tan catastrófica, que necesita medidas urgentes que pongan alguna solución al desmadre de una Función Pública carente de eficacia gestora. Claramente no sirve, es más, sólo es buena para molestar. Estorbadora, más que ayudadora. Lenta hasta la impaciencia. Incumplidora de los plazos de resolución de expedientes o licencias como norma de conducta habitual, sin ninguna responsabilidad por los retrasos, sin que nadie asuma obligaciones o alguna inhabilitación, dando mal ejemplo a los ciudadanos o empresas, a los cuales, por el contrario, son muy expeditos  al   exigir los tiempos establecidos por la Normativa vigente para pagar impuestos, con los que se nutren los buenos y seguros sueldos de los que no terminan nada o dejan caducar papeleos, certificaciones, documentación, recursos, informes y demás andanzas. Definida como como aquella actividad que realiza la Administración para poder alcanzar sus objetivos o también la que desarrolla de manera directa o delegada, con el objeto de cumplir su fin último: el interés general, es una aberración o si se quiere suavizar el termino perversión de lo que debería ser un servicio público eficaz.

 

No arranca la Administración Pública

Cuando un problema se enquista es porque no se ha conseguido buscar la solución que le corresponde, no se ha querido, vaya usted a saber el motivo o no hay voluntad alguna en salir de ese bucle que infecciona todo. Puede parecer que nos repetimos cuando ponemos en solfa a la ineficiente Administración Pública, pues es verdad, lo decimos una  y otra vez, además, anunciamos que seguiremos, porque los responsables públicos, que tienen que tomar decisiones valientes, sordos para los temas complejos y muy ágiles para lo sencillito atreven a poner orden en el caos burocrático que sufrimos empresarios y ciudadanos. También es verdad que  la cobardía es sinónimo de la mediocridad.

Promotores Valientes

Hay profesiones y ocupaciones peligrosas en sí mismo, otras más calmadas, además de las muy arriesgadas. También hay que destacar las que podríamos denominar “valientes” y en ese ámbito tenemos que poner la del promotor inmobiliario, por todas las trabas, pegas, tardanzas y contratiempos que tienen que soportar en el ejercicio de su ocupación profesional, principalmente por parte de una Administración Pública que, en vez de ser ayudadora, que es su deber, se convierte en estorbadora, que es su defecto principal.  Lo que define la actividad promotora actualmente, es la incertidumbre constante porque sus proyectos, que nacen con una planificación muy precisa y estudiada hasta el mínimo detalle, después se encuentran con persistentes obstáculos en el camino, donde los tiempos se dilatan desesperadamente, los plazos son imposibles de cumplir por cuestiones ajenas a la gestión propia y las inversiones se quedan en el limbo, al albur de resoluciones burocráticas que casi nunca llegan en tiempo y forma.

 

El orgullo de ser promotor inmobiliario

Dentro de la construcción, el subsector de la edificación es uno de los principales impulsos económicos, con evidentes repercusiones positivas. Cada vez se demanda más calidad en los edificios y así es contemplado en una Directiva de la Unión Europea, cuando señala que "la creación arquitectónica, la calidad de las construcciones, su inserción armoniosa en el entorno, el respeto de los paisajes naturales y urbanos, así como del patrimonio colectivo y privado, revisten un interés público".

La vida sigue igual

Con la edad y experiencia somos más nostálgicos, envolviéndonos los recuerdos mientras sigue el acontecer político cotidiano en España. En el año 1969 del siglo pasado, nuestro cantante más internacional Julio Iglesias, concurrió y ganó el entonces famosísimo Festival de la Canción de Benidorm, con una melodía titulada “La Vida sigue igual”, siendo el primer disco vinilo sencillo que editó el artista, comenzando de esa manera una carrera profesional exitosa. Decía la letra, “Al final las obras quedan. Las gentes se van. Otros que vienen las continuarán” que no es el caso que nos ocupa y preocupa actualmente. 

 

De las disputas, poco fruto y menos fruta

Cuando se quiere sinceramente se puede conseguir lo que se pretende, aunque signifique un gran esfuerzo. Todo depende de la voluntad que se ponga, las ganas suficientes y sobre todo, la conciencia clara de que nadie tiene la razón absoluta. Que existan posturas diferenciadas sobre el tema o asunto que sea es lo normal y además lo saludable, sobre todo en una democracia social y democrática de Derecho, como la que gozamos en España, donde se propugnan como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 

Burocracia Matadora

Seguimos igual, significando que, si no se avanza, estamos peor. Tardanza desesperante en la resolución de cualquier expediente administrativo, afectando tanto a los ciudadanos en general, como al conjunto del tejido empresarial en cualquier sector económico.

Sin complejos

El sector de la construcción suele ser continuamente vilipendiado, los que así lo propagan se basan en argumentaciones estrictamente ideológicas, es decir, si fundamento real, muy subjetivas y demasiado demagógicas. Despreciado por los de siempre, los mismos que desde su nacimiento se han aprovechado, con justicia, de sus beneficios innegables, tiene potencialidad para hacer posible una vida más confortable, aportando todo lo necesario para un bienestar social razonable. Guste o no guste, porque la realizad es tozuda y esclarecedora, es el sector económico básico y estructural de cualquier economía, que la hace avanzar de forma segura, además de ser imprescindible en cualquier territorio para conseguir una mayor calidad de vida ciudadana. 

 

Por favor, serenidad

Hace falta pararse de vez en cuando para descansar ante el agobio diario. Igualmente, mantener un estado de estrés permanente, puede llevar a situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. Por el contrario, el sosiego lleva implícita quietud, tranquilidad, serenidad. Es precisamente la mejor medicina que podemos tomar para afrontar los graves retos que tiene nuestra Comunidad Autónoma para sanarlos con garantía de éxito. En el sentido opuesto, el frentismo, como tendencia o acción ya dada en la realidad de conformar un frente común para oponerse radicalmente a otra vanguardia, aboca al fracaso, pérdida de tiempo e inacción. 

 

Crispación Venenosa

Hay que poner cordura en el ambiente, que significa sensatez y buen juicio, porque la alteración generalizada, afecta ya a todos los quehaceres. Es normal, dentro del orden de la educación y cortesía, que en el ámbito político siempre haya las típicas disputas entre gobierno y oposición; también la competencia sana, que produce más productividad y mejoramiento entre el tejido empresarial o los debates académicos y científicos que enriquecen el conocimiento.

Lío electoral

Empezamos con el barullo que engendran los procesos electorales, seguro que aparecerá la gresca continuada durante un tiempo, por lo menos, hasta el día de reflexión, incluido un desorden, ya típico, en el funcionamiento normalizado que deberían mantener y que no lo hacen los poderes implicados. Ahora todo pasa por la propaganda gratuita o pagada, las promesas de siempre que se repiten irremediablemente y como no podían faltar, los improperios de unos contra otros y de todos entre sí. Las Elecciones Autonómicas en Euskadi y en Cataluña, tienen una gran importancia para el devenir de la política nacional, ya que los partidos que gobiernan en los respectivos territorios apoyan al Gobierno de España del presidente Pedro Sánchez. 

 

Construcción Moderna

La Confederación Nacional de la Construcción, CNC, a la cual pertenece FEPECO, participando de manera activa, responsable y propositiva desde el año 1977, es la organización empresarial cúpula del sector en España, agrupando a las distintas entidades del sector, como única voz y consensuada, teniendo como objetivo la representación ante los variados poderes u otros entes nacionales e internacionales, públicos o privados. En el ámbito nacional, la CNC, es miembro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y en el ámbito de la Unión Europea, la CNC, forma parte de la Federación de la Industria Europea de la Construcción (FIEC), así como de la Confederación Europea de Constructores (EBC) a través del Grupo de la Pequeña y Mediana Empresa. 

 

Discutir por discutir

No es la primera vez que decimos que Tenerife es una isla donde se pone en cuestión absolutamente todo, aunque sea bueno para su crecimiento económico o desarrollo social. Impera un frentismo galopante, que cuidado, tampoco es exclusivo, porque se extiende, aunque en menor medida, por todo el Archipiélago Canario. Llegar a escuchar a los que tienen otra opinión sobre el tema que sea, ya es un verdadero milagro y pasar el siguiente paso, que es dialogar, se convierte en una verdadera quimera, que hace imposible conseguir el acuerdo preciso o llegar al consenso necesario. Lo que consigue con estas actitudes nocivas, es precisamente que no salga nada adelante, que no haya ejecución de lo que se tenga que hacer, ni por supuesto avance alguno. 

Sí hay valentía política

Llevamos muchos años diciendo que, en Canarias no hay valentía política para afrontar con operatividad los grandes y también los menudos problemas que padece nuestra tierra, reclamando que la política tiene que ser un servicio público, dirigido a solucionar todos los obstáculos que imposibilitan una mayor calidad de vida y un mejor bienestar social. 

Guerra y Paz

El título de este artículo llevará a la memoria, sobre todo, a los amantes de la literatura, el libro del novelista ruso León Tolstói, un clásico significado internacionalmente, que cuando se tenga la oportunidad y sobre todo, tiempo suficiente, sería recomendable leer. El argumento se desarrolla principalmente durante la invasión napoleónica de Rusia, donde entreteje la historia de cuatro familias. Pero no vamos a detenernos en un comentario del texto, sólo nos sirve de introducción para ponernos en la actualidad y verificar que estamos viviendo, a nivel global, tiempos muy convulsos, excitados, con nerviosismo o impaciencia, ya que por doquier hay disturbios por los más variados motivos, revueltas contantes, tumultos agresivos, así como un alboroto general. Además de guerras sangrantes, terribles, desgarradoras. Hay una agitación violenta que trastorna la normalidad de la vida cotidiana en muchos lugares, en todos los continentes.  

 

La gente se está espabilando

En Canarias en particular y en España en general, se está produciendo una transformación radical en cuanto a las personas que reclaman, exigen o se manifiestan ante cualquier atropello, abuso o incluso tropelía. Un ejemplo palpable y visual se ha producido en estas últimas semanas, también en todos los países de la Unión Europea, donde los agricultores han salido a la calle, no empujados por los partidos políticos o sindicatos de clase que, por cierto, se están quedando fuera de juego, sino convocados por sus organizaciones civiles y principalmente por el empuje personal, acompañado por la rabia comprensible ante las injusticias que sufren.

 

Concordia entre el Cabildo y La Laguna

Cuando hay buenas noticias hay que destacarlas, porque no abundan tanto como debería pasar. La presidenta del Cabildo de Tenerife se ha reunido con el alcalde de La Laguna y entre los temas tratados, como no podría ser de otra manera, fue pactar la resolución de la problemática de movilidad viaria en la zona.

Restar

Se acaban de celebrar las elecciones autonómicas en Galicia y fuera de cualquier otra consideración, que podrían ser muchas, ha llamado considerablemente la atención, el escaso apoyo a Yolanda Diaz, vicepresidenta del Gobierno de España, líder del Movimiento Sumar, que se autodefine textualmente como “el instrumento para confluir con todas quienes compartan el horizonte de país. Se trata de escuchar, dialogar y construir juntas un proyecto ciudadano para la próxima década”. Además, poniendo también como premisas la “escucha, diálogo, ilusión, esperanza, futuro”, ya que quieren “organizar la esperanza para que el nuevo país se abra paso” porque según ellos, de lo que parece que están convencidos, es que “podemos ser un país con trabajo decente y mayor igualdad, líder en una transición ecológica justa y vanguardia feminista y del conjunto de derechos y libertades. Podemos ser un país del cual estar orgullosos”. 

 

Reclamar con brío

Pedir, exigiendo con derecho o con instancia algo debe ser una obligación, como mínimo ética, ante cualquier atropello, despropósito, incapacidad o abuso de la autoridad constituida en el entorno que sea. Conminar lo que corresponde es de justicia que nunca debe obviarse, porque no se puede hacer dejación ya que sería darse por vencido.