');
Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 01:32h.

Gran Canaria ejemplar

Siempre hemos mantenido la certeza, apoyada por la realidad de los hechos, de que en la isla hermana de Gran Canaria, hay un consenso primordial por sacar adelante los grandes proyectos que benefician a la isla, por encima de intereses particulares, egocéntricos, partidistas o egoístas. Es verdad que, desde allí, algunos dudan de esta interpretación y se dice que no todo lo que reluce es oro, desconfiando de las apariencias, pues lo que parece bueno no lo es realmente. Pero mirándolo desde el exterior, desde la distancia, corroboramos la mayor, es decir, son capaces de planificar, hacer los proyectos, licitarlos, ejecutarlos, inaugurarlos y disfrutarlos. 

 

Precios inasumibles

El sector de la construcción no ha parado desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, con muchas dificultades añadidas, ha mantenido un ritmo de trabajo suficiente, para que siga vivo el sistema productivo, gracias a su repercusión positiva en los demás sectores económicos, induciendo más empleo y fortaleciendo la actividad económica.

Planta de bombeo en Tenerife

En varias ocasiones hemos planteado que los elementos principales de la política energética en Canarias eran, las energías renovables, las centrales hidroeléctricas de bombeo reversibles y las interconexiones. Se trata de elementos íntimamente ligados, de tal manera que la ausencia o retraso de alguno de ellos, influye muy negativamente en los otros. En este sentido, se observa con preocupación desde la isla de Tenerife, el retraso o más bien, oscurantismo, de la actual situación en la tramitación de la Central Hidroeléctrica de Bombeo en nuestra isla. Mientras, ya la Central de Chira-Soria, en Gran Canaria, da los primeros pasos para su ejecución, lo cual evidencia la fortaleza de sus Instituciones y el interés de Red Eléctrica de España, REE. Todo un ejemplo que hay que copiar, una vez más.

Tiempos convulsos

Parece incomprensible que ya entrado el siglo XXI, todavía se produzcan guerras, por los motivos que sean. Siempre han existido conflictos armados, en cualquier parte del mundo, algunos enquistados desde hace décadas, que no encuentran una solución adecuada de concordia. Es como si la humanidad no progresara, sino que está estancada en la dialéctica del conflicto permanente.

Vivir mejor

Siempre hemos abogado, por una política energética realista, que combinara adecuadamente el respeto al medio ambiente, con la sostenibilidad económica, mayor calidad de vida personal y mejor bienestar social.  La progresiva descarbonización, pasa ineludiblemente por el impulso de la reforma, conservación, mantenimiento y rehabilitación, con una política realista y posible, incorporando la eficiencia energética en la edificación, como prioridad en el conjunto de la Unión Europea, apoyándose en la base que significa la construcción, como locomotora que arrastra al resto de los sectores económicos. 

Oscar Izquierdo, 30 años en FEPECO

Los que tenemos una edad, con canas incluidas, recordamos como nuestros padres, empezaban a trabajar, desde muy jóvenes en una empresa y durante toda su trayectoria laboral, siguieron en la misma, haciéndola un apéndice de su vida, queriéndola como cosa suya, desviviéndose por sacarla adelante y progresando a base de formación continua, reciclaje y esfuerzo, para llegar a la jubilación, con la satisfacción del deber cumplido, de la fidelidad demostrada y del querer imborrable.

El Norte de Tenerife

Tenerife es una isla dividida comarcalmente en tres zonas bien diferenciadas, Norte, Sur, Zona Metropolitana. Desgraciadamente mal comunicadas, debido a la escasez, antigüedad y carencia de una eficiente red viaria. Es un problema crónico desde hace más de tres décadas, que no han podido resolver los distintos responsables públicos, que han tenido tareas de gobierno. Seguimos atascados, inmovilizados y colapsados, en esas colas interminables, permanentes, que tanto daño hacen a las personas, a la economía y al medio ambiente. Hay que vertebrar la isla, uniéndola, para que pueda tener la fortaleza que requiere. 

Querer

Cuando se tiene la oportunidad y también la paciencia, de tratar casi cotidianamente con los políticos, tanto con los gobernantes, como de la oposición, para tratar asuntos relacionados con la actividad económica, se comprende el retraso o estancamiento de algunos temas y la ligereza con el que salen otros. Igual pasa en las relaciones profesionales con los empleados públicos, algunos, posibilitan avanzar, haciéndolo todo llevadero, ayudando y poniendo dedicación, en cambio, otros, son la personalización de las pegas, sus interpretaciones personales subjetivas y bastante discutibles, inmovilizan cualquier asunto, donde hay que sumarle también, la falta de interés en sacar adelante los expedientes.

Silenciados

Ruido en todas partes, asusta el silencio, la reflexión, meditación o cualquier forma de concentración. El Poder, con mayúsculas, que a lo mejor no es el que figura públicamente, quiere el pesebrismo, pan y circo, autómatas sin capacidad de decisión. Será que, a las nuevas generaciones, sin culpa propia, sino por el contrario, sufrientes, se les ha enseñado a no pensar, quitándoles de su vocabulario la palabra “esfuerzo” y lo que significa, para de esa manera controlarlas mejor. Por eso, los sesudos dirigentes ideologizados, del mal llamado progresismo, minusvaloran en la enseñanza reglada, la filosofía o las humanidades. 

Productividad

Llevamos décadas denunciando la deficiente Administración Pública que sufrimos en Canarias. Ni los que gobernaban antes, ni los que lo hacen ahora, han puesto soluciones viables para corregir una deriva cada vez más desastrosa. No han sabido, a lo mejor, es que no han podido, vaya usted a saber por qué o quizás, no se atreven por cobardía. El corporativismo y sindicalismo de la Función Pública les asusta, es más, les da pánico.

Nadie se atreve

Hay una expresión muy española que acierta en su significado, es “coger el toro por los cuernos”, a saber, enfrentarse a un problema con valor y decisión, sin tratar de evitarlo, es decir, de procrastinar. Eso es lo que pasa con la Administración Pública, que actualmente es la base estructural que empeora todo, retrasa e impide un desenvolvimiento económico dinámico, así, como un desarrollo social sostenido; no sirve, está obsoleta, sin medios, es un muro infranqueable, donde todo se paraliza, se complica y no da soluciones en la mayoría de los casos, sino que, por el contrario, los crea, agranda y al final, los pudre.  

La Palma y Tenerife

El año nuevo significa empezar otra vez, recomenzar, que tan buenos resultados da personal y socialmente. Antes de sufrir la terrible pandemia que estamos padeciendo, en estas fechas, todo era alegría, acompañada de esperanzas, porque se veía el porvenir con ilusión y hasta se tenía el propósito reiterado, año tras año, de dejar de fumar. Ahora hay escepticismo, incertidumbre y en algunos casos zozobra.

La inquietud por la compleja situación sanitaria lleva consigo, aflicción por tantos negocios, empresas o proyectos, que se han quedado en el camino, sepultados, no por una mala gestión, sino por causas sobrevenidas.

Las expectativas, por muy triunfalistas que las presenten los políticos, que juegan su papel de siempre, es decir, alejados de lo que siente o padece la ciudadanía verdaderamente, son cuando menos inquietantes, porque no hay seguridad de nada, el recelo es justificado, porque el desasosiego es real en el conjunto de la ciudadanía. No se trata de ser pesimista, pero tampoco, caer en el populismo optimista, sino plantear la realidad tal cual es en sí misma.

Tenerife arrinconada

En Canarias se ha perdido, parece que, de manera definitiva, el equilibrio interinsular entre las dos islas capitalinas, que históricamente, ha dado tan buenos resultados o estabilidad política y económica, a nuestra Comunidad Autónoma. Desde hace unas décadas y por motivos eminentemente electorales, de los que estaban gobernando en la anterior legislatura, todo ha cambiado, produciéndose una oscilación, donde Gran Canaria, sigue en su ascenso meteórico, copando el liderazgo regional, mientras que Tenerife languidece en un continuo revés imparable, que la está convirtiendo en la séptima isla menor del Archipiélago.

Es lo que hay

Conformarse, como el sujetarse voluntariamente a hacer o sufrir algo, por lo cual se siente alguna repugnancia, es vivir vencido, derrotado, agotado.  La resignación, es el someterse o entregarse a la voluntad de otros, cediendo la personalidad y lo que es más peligroso, la propia libertad. Parece ser el sino de nuestro tiempo, donde la mayoría silenciosa aguanta todo, sin protestar, ni levantar la voz y menos, hacer oír su opinión, aunque sea literalmente escachada, engañada o utilizada. Es una dejación peligrosa, altamente irresponsable, porque deja en manos de una minoría muy ideologizada, el liderazgo mediático y operativo, que provoca mucho ruido, aunque son poquitos, intentando imponer criterios, ideas, pensamientos, comportamientos y todo lo que signifique control social y si se puede, también político. 

Paraíso Terrenal

Ya lo hemos dicho reiteradamente y es bueno insistir, que el ecologismo, como movimiento sociopolítico, que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente, merece todos los respetos, como cualquier otra iniciativa, que se base en planteamientos serios, razonables o respetables. Todos tenemos que aportar, para dejar a nuestros hijos y nietos, es decir, a las próximas generaciones, un mundo saludable, en fin, vivible. Es verdad, que es una cuestión de supervivencia, por lo que es imperioso poner todos los medios oportunos para, entre todos, lograr el objetivo de un desarrollo sostenible, que preserve el presente y asegure el futuro. La inmensa mayoría de la población está de acuerdo con estos planteamientos, porque sencillamente son creíbles, sensatos y procedentes.

 

Más carreteras

El título de este artículo, seguro que le dará urticaria a más de uno, que se pondrán morados por considerarlo blasfemo y fuera del discurso único y oficialista, donde todo se trastoca en un noismo, puramente artificial, publicitario, inconsistente, irreal o demagógico. El ecologismo, vivido como la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente, es encomiable. Nuestro territorio, alberga una gran riqueza natural, que hay que preservar, dejándola en herencia a nuestros hijos y nietos, como la garantía más valiosa.

Libertad personal

La sociedad en que vivimos, en pleno siglo XXI, donde la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias, reflejadas en restricciones, limitaciones de movimiento o confinamientos, han creado un estado de excepción, donde se ha coartado la capacidad de relacionarse personalmente, tan vital en los seres humanos. Si unimos la digitalización, con sus buenos frutos, pero también, con sus innegables peligros, ya que nos envuelve, condiciona y crea hasta adicción, haciéndonos perder el tiempo y vivir permanentemente conectados artificialmente, hace que se olvide o mejor dicho, se rechace el diálogo presencial, desechando la tradicional costumbre de hablar, pero sobre todo, de escuchar, que se está perdiendo, si ya no se ha olvidado. 

Miedo Tramposo

Hay un miedo existencial latente en el conjunto de la sociedad, derivado de los presagios agoreros de políticos interesados, ecologistas radicales, seudocientíficos, divulgadores de dudosa catadura ética, comunicadores mesiánicos y otras raleas que andan pululando por doquier. Avistan catástrofes por todos lados y por cualquier circunstancia, como si fueran unos milenaristas modernos, donde proclaman, con grave seriedad, la degradación del mundo, su final y una apocalíptica temeraria.  Nos quieren inocular el miedo, para paralizarnos: pandemia, apagón general, tormentas solares que se dirigen a la tierra y ahora también, vuelven con el cambio climático, como tema estrella y mañana se inventarán otro. Lo que pretenden es mantener una sociedad atemorizada, para controlarla fácilmente. Utilizando y nunca mejor dicho, a las personas como marionetas, para intereses políticos o económicos inconfesables.

La Palma es fortaleza

La erupción volcánica en La Palma está teñida de tragedia humana, económica y social. Los sentimientos están a flor de piel, porque las pérdidas materiales, no son exclusivamente las que provocan desasosiego, sino también, los recuerdos, las vivencias, el arraigo a la tierra donde se ha vivido por generaciones y sufrir en un instante, el vacío de quedarse sin nada. Los damnificados merecen todo respeto, ayuda, solidaridad y mucha comprensión. Las administraciones han prometido de todo y en colores, más ayudas, de lo que seguro van a cumplir, no porque no quieran, sino por su intrínseca incapacidad gestora, que hace que la burocracia ralentice todo, lo pare y al final destruya cualquier iniciativa.

Resistir

El Puerto de Fonsalía, es el símbolo de la resistencia, contra los enemigos de Tenerife. Los noistas, los partidos y los políticos que no quieren su construcción demuestran con palabras y hechos, que tampoco quieren a la isla, porque la privan de una infraestructura portuaria de última generación, importantísima, para la vertebración provincial. Las Islas Verdes, que también tienen derecho a progresar, lo demandan imperiosamente, para contar con una conectividad marítima, rápida y segura, que redunde en un acercamiento estratégico. No es un capricho, es una necesidad, que se hará vital más pronto que tarde.

Precios desbocados

Estamos asistiendo a la madurez de lo que podríamos llamar una pandemia económica global, derivada por el alza de los precios de las materias primas y por el desabastecimiento de aquellas imprescindibles, para un normal funcionamiento de todo el proceso constructivo. Es consecuencia, de la reactivación económica, debido al aumento de la demanda y por supuesto, del consumo, después de una parálisis, casi total, del sistema productivo por la COVID-19. Además, el repunte significativo del sector de la construcción está exigiendo una cantidad de insumos importantes, que el mercado no puede abastecer o si lo hace, a unos precios prohibitivos y fuera de las posibilidades financieras de las empresas.

Independencia patronal

Cuando parece que todo y todos, estamos mediatizados por intereses de cualquier condición, mantener la independencia, que es la libertad, para no ser tributario ni dependiente de otro, con el añadido de contar con la entereza o firmeza de condición, necesaria para defenderla, es un valor irrenunciable. Lo que pasa, es que no se quiere entender lo que supone, porque es un ejemplo, que la sociedad política, entendiendo por ello, a los partidos, líderes, responsables públicos o gobiernos en sus distintos ámbitos territoriales, no quieren consentir, porque crea antecedentes que les quita protagonismo e influencia.

Funcionarios en el sofá

Después de superar, momentáneamente, la pandemia de la COVID-19, se está volviendo a la normalidad, no aquella, que publicitariamente nos vendía el Gobierno de España que, por cierto, nunca ha existido, sino a la de siempre. Eso significa retomar el trabajo de forma presencial, para hacerlo más eficaz, cercano, productivo. La iniciativa privada, tanto los empresarios como los trabajadores, han dado la cara con valentía, asumiendo la necesidad de volver al tajo, para reconstruir nuestra tierra. Se han tomado todas las medidas de prevención y salud laboral, así como, la aplicación de todos los protocolos existentes, para minimizar el riesgo al máximo. Vigilando todos los procedimientos de trabajo, con minuciosidad, para evitar cualquier tipo de contagio.

Funcionarios escondidos

Volvemos poco a poco, a la normalidad que teníamos antes de la COVID-19. La vida vuelve a tomar el rumbo de siempre. Nos estamos incorporando presencialmente a los puestos de trabajo, con todas las medidas o protocolos de seguridad, con el fin de arrimar el hombro para reconstruir Canarias. Hay funcionarios, muy responsables, que están dándolo todo desde el inicio de la pandemia, incluso exponiendo sus vidas y también ahora, yendo todos los días a su puesto de trabajo presencialmente, para atender personalmente a los ciudadanos.

El Puerto de Santa Cruz de Tenerife

La ubicación geográfica de nuestro Archipiélago Canario, en el Atlántico medio, conformado por ocho islas, nos identifica, además de darnos esa particularidad de la lejanía, que evidentemente tiene sus desventajas, pero que también, aporta valor añadido. Nuestra idiosincrasia, viene dada por la insularidad, que nos enriquece sobremanera, porque cada isla aporta sus diferencias, para constituir una unidad regional, con evidentes características desemejantes. La famosa frase que dice “que suerte vivir aquí” resume, todo lo que se nos ocurra escribir para reivindicar nuestra tierra. La Islas Canarias, un territorio aislado y fragmentado, son una riqueza natural indudable, plantadas en el mar, que nos acompaña amparándonos siempre, viéndolo desde cualquier lugar, disfrutándolo continuamente, sin casarse.