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viernes, 19 de abril de 2024 00:50h.

Fraga jugando al `truco´

En la noche del 30 de septiembre y con motivo de la presentación de las fiestas patronales de Adeje 2023 fuimos testigos de un mitin insólito por parte de José Miguel Rodríguez Fraga, alcalde de Adeje, y de José Luis Delgado, ingeniero y ex Director General de infraestructura Viaria y Consejero del Cabildo de Tenerife, que, en esta ocasión, fue nombrado, qué casualidad, pregonero de las fiestas. Decimos insólito porque se aprovechó un acto solemne de la idiosincrasia de Adeje para verter una serie de justificaciones políticas en las que se perdía el hilo argumental del discurso dado que se mezclaban temas de dudosa relación, como la explicación religiosa del significado de las fiestas junto con el desarrollo urbanístico e, incluso, la “raza” de los adejeros. Todo un despropósito que nos costaría entender de no ser porque sabemos lo buen ajedrecista que es nuestro alcalde.

La filargiria de algunos

Cuando hablamos de tomar medidas de calado por un futuro mejor para Canarias siempre nos encontramos frenos y negacioncitas y, ahora, le tocó, nuevamente, a la Ecotasa. Una medida que se ha puesto sobre la mesa tantas veces como tantas las excusas que ha recibido para que no se ponga en marcha. Las de ahora, las de siempre. En este sentido el Presidente del gobierno de Canarias Ángel Víctor Torres afirmaba que hay que tener en cuenta el momento de incertidumbre o que hay que tratar el tema de manera sosegada. 

 

Lo que la verdad esconde

¿Pretendían el Alcalde de Adeje y rey de la sátira José Miguel Rodríguez Fraga y el Todopoderoso empresario Amid Achi expiar sus pecados capitales en su viaje al Vaticano con motivo del centenario del CD Tenerife?. A juzgar por sus jocosas estampas como si de bien nutridos dinosaurios se tratara, todos varones, dicho sea de paso, en la fotografía junto al Papa Francisco no parecen muy avergonzados, no.

 

La esperanza en Adeje (y quienes quieren prohibirla)


El pasado 14 de mayo, una raquítica señal de “Prohibido” dispuesta por el Ayuntamiento languidecía ante una movilización multitudinaria en defensa del Puertito de Adeje que ya es Historia de Adeje y que marcó la apertura de un ciclo esperanzador para el conjunto de las islas.  Un millar de asistentes pedía ese día algo muy sencillo de entender para cualquier gobernante comprometido con su pueblo: un futuro que tenga como eje el cuidado de la tierra y el de la gente que la habita, que tenga como pilares el empleo digno, la sostenibilidad, y el respeto de los entornos naturales que hacen posible la vida en Adeje. El problema, claro, es que no todos los gobernantes están comprometidos con su pueblo, y algunos directamente están casados con quienes hacen caja de su sufrimiento.

 

El Puertito no está solo

Adeje representa el paradigma de un modelo caduco de desarrollo que tuvo su inicio en los años 70 con la urbanización agresiva de gran parte del litoral de las islas, y que empezó a mostrar sus costuras con las sucesivas crisis económicas y productivas experimentadas en el archipiélago durante las décadas de los 80 y 90. Llegado el año 2008 y la brutal crisis financiera que este trajo consigo (y que aumentó en un 80% los niveles de desempleo en Canarias en tan solo 3 años), este modelo quebró de forma irreversible, viéndose definitivamente pulverizado llegado 2020, momento en que la crisis originada por la Covid-19 provocó el “cero turístico” en una Comunidad que batía previamente récords simultáneos de visitantes y de pobreza entre sus habitantes.