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miércoles, 19 de marzo de 2025 00:00h.

Milei y el holocausto

Existe una película reciente, misteriosa y terrible, que anda por las plataformas con buenas críticas. La zona de interés narra la vida cómoda y apacible de los verdugos nazis con hermosas casas con jardín justo al lado del campo de exterminio de Auswitch, en Polonia. Una película de grandes silencios mientras la dueña de la casa arregla sus flores y como telón de fondo se escuchan los disparos de los ajusticiamientos, el jefe de la casa abusa de las prisioneras y su esposa recibe joyas requisadas a las mujeres judías que reciben tormento casi pared con pared con su casa. No hay banda sonora, el director prefiere los espacios en blanco con sonidos difuminados y por la noche los hornos de los crematorios elevan sus columnas de humo. 

Navidades con guerra y mazapán

Las ciudades europeas tienen un río, un tranvía pintado con color alegre y una iglesia grande que normalmente es la catedral. En esas poderosas urbes por diciembre se arman unos mercadillos navideños de notable belleza, en los que te servirán vino caliente con especias para combatir el intenso frío. Hay muchos abetos bien iluminados en las calles, con sus Papá Noel y también hay muchas referencias al nacimiento tradicional, con la mula y el buey. La Navidad es la época más linda del año, lástima que ya no se apliquen las treguas que antes paralizaban todas las guerras en esta época contrario: parece que se aceleran en estos días. Una lástima: aunque sean edulcoradas con los buenos deseos de estas fechas, las guerras se vuelven crónicas, caen en la indiferencia, se acaba pronto la compasión.

Jerónimo sí mencionaba la Cultura

Un político culto y homosexual sin complejos, un miembro destacado de esa masonería que tanto auge tuvo en la isla de La Palma, un hombre al que gustaba regresar a sus raíces, a la casa maternal de Mazo, que había reformado. Muchas veces coincidimos en el avión desde Gran Canaria a La Palma, y viceversa. Y siempre saludaba a Rosario Valcárcel, a quien llamaba “parienta” porque las abuelas de ambos fueron hermanas.

El calor y la guerra

Cuánta añoranza de aquella fotografía de 1993, cuando Isaac Rabin, Clinton y Arafat se dieron la mano para poner una primera piedra hacia la coexistencia entre Israel y el pueblo palestino. Los mayores dramas humanos en estos momentos consisten en que somos incapaces de convivir en justicia y paz. África, un continente superpoblado donde los jóvenes no tienen futuro, expulsa y seguirá expulsando miles de emigrantes sobre nuestras costas, y nadie va a poder remediarlo. La población actual es 1.458 millones de habitantes, cada año nacen más de 40 millones de nuevos seres, cada día vienen al mundo casi 70.000 bebés. Son índices insostenibles.

Investidura: optimismo  y pesimismo en la misma taza

Un pasito adelante y otro pasito hacia atrás. La complicada negociación de los políticos tiene eso: que donde dije digo en realidad quería decir diego. De este modo, jugando al escondite, nos hemos pasado las jornadas previas a la probable no investidura de un señor candidato y a la probable sí investidura de otro señor candidato. Porque los independentistas no dejan de pedir: que si amnistía, que si derecho de autodeterminación, que si referéndum con su día y su hora ya fijada desde ahora, que si no se renuncia a la vía unilateral, como ya sucedió aquel 1 de octubre, etcétera. Es decir que cuando todo parecía claro, atado y bien atado como decía el caudillo, puede que haya nuevos golpes de tuerca, con lo cual lo que aparentemente estaba amarrado se disuelve en la nube.

La plaga de los incendios

Cada verano se desata la plaga de los incendios en La Palma, Gran Canaria y en menor medida Tenerife, incendios que empiezan siendo conatos, provocados adrede o por lamentables imprudencias, incendios mal apagados, fuegos que se reproducen en tres islas principales, porque en Fuerteventura y Lanzarote es imposible que se den. Menos mal que ha sido capturado el pirómano de Los Realejos, una de esas personas que disfrutan viendo arder la masa forestal que nos protege. Ha sido acusado de siete incendios, hace falta que le apliquen una condena disuasoria para otros como él.

Somos racistas… un poquito

Amparados en la turba que llena los estadios, desde hace mucho las manadas de impresentables insultan a los jugadores de color. En España se ha convertido en una estampa habitual, que a los directivos no les llama la atención, debe ser que la consideran normal y aceptable. Hay otros países donde estos comportamientos no suceden, recordamos que en una ocasión parte del público comenzó a silbar el himno nacional de Francia, y los jugadores se retiraron a los vestuarios hasta que los ánimos se calmaron. Y en Europa hay roces con la inmigración, esta época de economía débil. Pero no parece que ni en Inglaterra ni en Alemania ni en Italia se den insultos racistas en los estadios.

El futuro no va a ser tan malo

Parece que los tiempos futuros no van a ser tan malos como imaginamos, ni sucederán los apocalipsis climáticos, ni nos arruinarán las sucesivas crisis económicos que provoque el neocapitalismo liberal, ni los robots nos quitarán el trabajo, ni se complicará el paro ni se vaciará la hucha de la Seguridad Social, ni peligran las pensiones, ni las españolas dejarán de tener descendencia, ni nos visitarán cientos de cayucos como hasta ahora sucede. Según los últimos informes, los jóvenes del archipiélago contemplan su futuro con buenos ojos y repiten como los más optimistas entre todos los jóvenes del país. Menos mal, porque Canarias suele estar en cabeza de índices poco recomendables como el porcentaje de divorcios, el número de alumnos que abandonan los estudios antes de tiempo, el índice de pobreza infantil y un largo etcétera. Al contrario: nuestros jóvenes, la generación mejor preparada de la historia, se siente optimista y no comparte la desmoralización del resto. Menos mal que algo bueno nos iba a tocar en este mundillo de sondeos, estadísticas, perspectivas, análisis macroeconómicos, etcétera.

Sobre el amor y el deseo

En una ocasión el escritor José Saramago dijo que si uno está casado, no siempre estás casado con una misma mujer, sino con una cantidad de identidades distintas, la mujer que te quiere, la mujer que parece que te odia, la mujer que te reprende y te castiga si has hecho algo mal, la mujer que juega a ser madre justiciera, la mujer tierna y amorosa, la mujer protectora, etcétera.

Miles de extranjeros se apropian del Edén

Recuerdo los tiempos en que los extranjeros llegaban a los pueblos rurales de la isla, miraban y cuando algo les gustaba ponían un asombroso fajo de billetes sobre la mesa. ¿Cómo se iba a resistir aquella pobre gente cuya vida había sido pastorear cabras, hacer queso, criar cochinos y gallinas, esperar la lluvia que salvara la cosecha, si le estaban ofreciendo una gran cantidad de dinero por la vieja casa, por el corral, por la tierra escasa donde cultivaban papas y algún frutal? Y de qué manera se beneficiaban los alemanes cuando el cambio de su moneda era infinitamente favorable frente a la débil peseta. Años después, cuando Cubillo y su movimiento independentista, en las carreteras aparecían pintadas: No vendas tu isla al extranjero. Era la resistencia numantina, a lo Tanausú. Pero a los de fuera les gustaba la isla, y fueron estableciéndose.

 

Año Nuevo en el tropico

Un año decidimos pasar las fiestas navideñas en un país de África Occidental. Tan cerca y a la vez tan lejos, porque esos lugares están a tan solo dos mil kilómetros, la misma distancia que tenemos con Madrid, pero son mundos lejanos, contrapuestos. Según la Unesco el continente africano tardará más de cien años en poder alimentar a sus conciudadanos. En primer lugar, pesan las realidades socioeconómicas, en segundo lugar figuran las diferencias culturales que aportan las propias religiones.

Esta Navidad sin dioses

¿Hemos de decir Felices Fiestas o volvemos a la fórmula antigua de Feliz Navidad? El hecho de que seamos un estado laico no tiene por qué invalidar tradiciones que forman parte de nuestra memoria, de nuestra infancia, en definitiva, de los recuerdos. El alcalde Juan Rodríguez Doreste, masón, además de socialista, lo explicaba así: “Me gustan las procesiones de Semana  Santa, las respeto porque son una manifestación cultural·”  Lo mismo podría decirse de los nacimientos que abundan en nuestro país, aunque parece que van a menos.

 

Defendamos la sanidad pública

En la mayor parte del país se están produciendo movilizaciones en favor de la sanidad pública, y de lo que se trata es de luchar por el mantenimiento de este capítulo esencial para el Estado del Bienestar, pues la tendencia que se observa es que se incrementa la oferta de la medicina privada mientras que crece la denuncia de que hay pocos médicos, según estadísticas oficiales más de 4.000 titulados en España solicitaron el año pasado el certificado para trabajar en el extranjero al tiempo que llegaron 4.293 médicos extracomunitarias. En Canarias es notable la presencia de profesionales originarios de Cuba, Venezuela y otros países latinoamericanos.

¿Será que el fútbol todo lo cura?

Vivimos tiempos de incertidumbre, pero la industria del ocio está al quite. Ni nos acordamos de que ha habido una cumbre del clima en Egipto, como siempre con resultados mediocres en cuanto al compromiso de sanar el planeta, claro que de inmediato vendrán Messi y Neymar a distraernos con sus goles en el Mundial de Catar. Un campeonato de alto nivel que siempre fue cuestionado, no solo por razones climáticas sino también por razones sociales y políticas. Y solo regando con muchos millones a los que deciden estas cosas, Catar consiguió su mundial. En medio de los campeonatos de liga más importantes del mundo, en pleno otoño. Las temperaturas durante el día son tan elevadas que las selecciones han de hacer sus entrenamientos cuando se pone el sol.

Quevedo, un tío de voz ronca

La primera vez que escuché el tema Quédate me sorprendió la voz del intérprete, con su acento canarión, con sus cambios de ritmo pegadizos, con su vuelo por Buenos Aires y las noches del perreo. Realmente los insulares de aquí estamos instalados en plena vorágine de la música latina, esa que según el autor de Mojo canario, el inspirado Caco Senante, tiene su origen en las fiestas de los carnavales, la gente en la calle, el ritmo sabrosón.

Mujeres activistas con la literatura

Son de distintas generaciones, con una semejanza: ambas han luchado y luchan por difundir la literatura, prolongan su trabajo en el aula con promoción e intervenciones de autores invitados. Docentes de largo recorrido, por sus centros han pasado creadores de distintos ámbitos. También son escritoras y por ello asumen con más rigor su compromiso. María José Godoy tiene tres poemarios y otro libro como coautora, con Dunia Sánchez. Ha figurado en dos antologías: Mujeres 88 (Antología de poetas canarias) y Maternidad. De su participación en un taller de poesía surgió la antología Una isla dentro.

Jordania: refugiados, historia, desiertos

Este es un país que parece un escenario de cine, por el poder apabullante de su desierto Wadi Rum, y su abundancia de ruinas ilustres que han sido llevadas a la pantalla en filmes históricos como Lawrence de Arabia, de 1958, en películas de acción y de ciencia ficción como Indiana Jones y la última cruzada, Star Wars, el Marte de Ridley Scott o El regreso de la momia. Como escenario natural es inigualable, sobre todo la ciudad de Petra ha dado mucho juego en la pantalla, hasta el punto de que es el icono promocional del país. No en vano por estos territorios pasaron los romanos, por aquí transitó Moisés cuando guiaba a su pueblo hacia la Tierra Prometida, por aquí los desiertos rojos y el Mar Muerto. Una nación musulmana moderada que tiene el mérito de albergar en su territorio una gran cantidad de refugiados palestinos y sirios, digamos que es la válvula de escape de los muchos conflictos de Oriente Medio. 

Santiago Gil, Alexis Ravelo y otros escritores con ganas

Como nuestra cultura tiene una prisa enorme por dejar atrás las malas noticias –guerra de Ucrania, emergencia climática, alza de precios, desplome económico– no me extrañó que desde el 1 de octubre algunos centros comerciales ya exhibieran la artillería navideña, los arbolitos, los adornos, como si el consumo que viene nos pudiera anestesiar de las contradicciones. A pesar de que habrá menos alumbrado, qué prisa tenemos por quemar la vida. Pero también hay que pararse a reflexionar de vez en cuando, por eso en sendos vuelos a Bucarest y Ammán iba pertrechado con libros de autores en el ejercicio de su madurez. Los nombres prestados, de Alexis Ravelo, y Mediodía eterno, la última novela de Santiago Gil, que ganó el Pérez Galdós este año. 

Artebirgua: 50 escritores en la cumbre de Gran Canaria

Varias docenas de escritores de las islas y de fuera se reunieron durante tres días en Juncalillo, esa cumbre vaciada de Gran Canaria, entre ellos Elsa López, Cecilia Domínguez, Manuel Díaz Martínez, Isa Guerra, Sabas Martín, Félix Hormiga, Marcial Morera y Gonzalo Ortega, catedráticos de la universidad de La Laguna y miembros de la Academia Canaria de la Lengua, Antonio Arroyo y Estaban Rodríguez por parte de la organización, así como un colectivo de jóvenes poetas, autores de teatro, músicos y narradores. Era un buen encuentro, porque no se trataba de sesiones a través de las tecnologías sino que eran debates presenciales. Manuel Díaz García, cariñosamente conocido como El panadero porque esa ha sido su profesión, es el inventor de estos debates cumbreros que intentan revitalizar esta comarca. Nacido en Juncalillo en 1974 es promotor cultural, prologuista, poeta, presentador de actos culturales y sobre todo animador social, un activista capaz de pelear una y otra vez porque no muera esa cumbre de belleza especial. Por eso se ha quedado a vivir en estos riscos despoblados de la isla, con su mujer Noelia, por eso es capaz de seguir peleando con las instituciones para arañar unos euros que le permitan seguir planteando proyectos, a la vez que se mantiene firme cuando se trata de cultivar su vocación literaria. Los coloquios fueron intensos, la programación era muy apretada, el frío nocturno era de 11 grados, con niebla y llovizna. Al final todo culminó con el masivo homenaje a Elsa López y una sesión musical en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.

 

Y en esto, con su espanglish, llegó Chanel

En estos tiempos de incertidumbre, hay que agarrarse a lo que sea. A la pareja, a los hijos, a los nietos el que los tuviera. Y no asomarse demasiado a la farsa cotidiana. Aunque la farsa en sí no sea mala cosa, recientemente Rosario y yo estuvimos viendo teatro en Madrid, el viejo vicio que una y otra vez pasa a revisitar a los amigos y sumarnos a las representaciones. Siempre he pensado que la cartelera de la capital es envidiable, por su cantidad, por la variedad de propuestas, hay muchas salas digamos tradicionales y cada vez hay más salas alternativas. Y ahora hemos visto una nueva versión de El diablo cojuelo, con un grupo catalán de payasos, otra obra basada en una adaptación de La tempestad de Shakespeare, y finalmente una propuesta con Javier Cámara en el Valle Inclán de Lavapiés, repleto hasta los topes.

¿Por qué nos gusta poco la bandera?

En la magnífica película de Alejandro Amenábar titulada Mientras dure la guerra, el general Franco y los otros golpistas del 18 de julio del 36 firman sus primeras proclamas con el ¡Viva la República! que incluía mantener la bandera tricolor. Por supuesto que aquella treta de los primeros tiempos fue desplazada enseguida por el verdadero propósito del levantamiento: aplastar toda memoria de la II República y volver a la bandera bicolor de la monarquía, ideada como enseña marítima por Carlos III en 1785 aunque no fue impuesta como bandera nacional hasta 1843, con la reina Isabel II.

¿Y a mí quién me va a pagar las comisiones?

Un día se me metió una brillante idea en la sesera, y después de darle vueltas me hice la pregunta clave: ¿Cuánta comisión me va a quedar si este gran proyecto sale adelante? Porque ya está bien de mover cosas sin que me entreguen varios miles o millones, como hace todo el mundo. ¿Qué hacen falta mascarillas y guantes para atajar la pandemia? Ahí va uno y consigue el material aunque sea de mala calidad. Para que Hacienda no encuentre ni un euro en sus cuentas corrientes enseguida el listo compra coches de gran cilindrada y se aloja en hoteles de Marbella a diez millones de pesetas la noche. Y también si un día alguien quiere llevarse un acontecimiento deportivo a tal sitio, pongamos Arabia Saudí, hay que establecer una buena comisión.

 

Los pulpos y los humanos son primos hermanos

Viene la Semana Santa y todavía con mascarillas y con la nefasta guerra en los televisores.  La Semana Santa es esa celebración callejera que convoca a tanta gente dos años después de que se iniciara la pandemia, claro que también hay otra mucha gente para las playas en ese magnífico puente de primavera, la previsión es que se reactive en grande el tráfico aéreo y vuelva el turismo. Decía el ilustre masón Juan Rodríguez Doreste que él aceptaba la Semana Santa porque forma parte de nuestra cultura, una puesta en escena de la Contrarreforma frente a los protestantes, que asociamos siempre con Sevilla, con Valladolid, con Zamora, la distinta iconografía, las procesiones con desfile de miles de cofrades, las saetas, el colorido de la madrugada, la devoción real o teatral de las multitudes. La II República no quiso o no pudo prohibir las corridas de toros y las procesiones, esos elementos de cultura del pueblo que gustan a miles de visitantes extranjeros

Marruecos, convivir con todos los demonios

En estos tiempos hay que desarrollar un instinto de supervivencia más allá de los acontecimientos. No en vano hemos de acostumbrarnos a convivir con los demonios. Las sucesivas crisis económicas, el precio de la gasolina y de la cesta de la compra, la extrema derecha y la extrema izquierda, Putin, los independentistas, las variantes del covid, la reconstrucción tras el volcán, los incendios, la falta de lluvia, etcétera. Y tenemos que recordar que el vecino envalentonado está ahí, acechando nuestra debilidad. Hay incertidumbre desde que el Sáhara fue entregado de aquella manera, y muchos canarios se preguntan si España hará lo mismo respecto a este archipiélago, que ni es árabe, ni es musulmán, ni nunca fue marroquí, tan solo es africano respecto a su ubicación, casi lo mismo que podríamos decir de Madeira, también cerca del incómodo vecino.

La Palma y Ucrania, el volcán y la guerra

Hay dos tipos de tragedias: unas son consecuencia de la terrible fuerza de la naturaleza y otras, en cambio, son producto de la perversidad humana. Volcanes y guerras crean desolación, pérdidas materiales, víctimas y el drama de los refugiados. No podemos oponernos a las erupciones, las inundaciones o los tsunamis pero la guerra sigue siendo un imposición de la hija de la codicia, de la expansión territorial, de las ambiciones que cultivan las mafias del nuevo zar ruso, heredero de los dictadores más perversos, de Hitler y de Stalin. Occidente sale derrotado ante el expansionismo de Putin, es desolador contemplar los efectos de los bombardeos y los combates en las calles, el terrible éxodo que separa familias y las muertes que colmarán los cementerios. Y aquí sigue siendo desolador contemplar esa enorme superficie negra, de la que emergen siluetas claras, chimeneas, huellas de edificaciones arrasadas, matas de platanera caídas, restos de fincas que ya no existen, plásticos de invernaderos, plataneras quemadas por la ceniza y la falta de riego. Arriba sigue el cráter, una enorme hendidura de cuyas paredes brotan fumarolas, y los tonos verdeamarillentos del azufre.