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viernes, 29 de marzo de 2024 00:49h.

¿Conoces el nombre de ésta planta?

Carlos Magdalena, empresario muy conocido en el sur de Tenerife, en el año 2016, aquella mañana cuando estaba hablando con él en el Restaurante El Cine de Los Cristianos, pasó un joven buscándose la vida honradamente y vendía plantas, que según nos dijo, eran plantas de Holanda que traían suerte si regalaba una flor. 

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La planta medía unos veinte centímetros y estaba metida en una cajita y dicha cajita tenía una foto de una flor igual que mi flor, que está adjunta en esta carta. La planta costó quince euros y Carlos Magdalena la compra, pero me la regala, para que la mime en mi casa, pero a medida que pasa el tiempo estoy mimándola, con música clásica de Mozart o Beethoven, mis músicos preferidos, que además deseo compartir un poquito de sus historias.

Mozart desde muy joven marchó de Austria a Praga, porque era un "superdotado musicalmente" y el gobierno de Praga lo contrató para que hiciera una gran obra por aquel siglo. Mozart era muy joven y tenía mucho dinero del gobierno de Praga gracias a su nivel cultural, pero el gobierno de Praga está mosqueado porque Mozart es muy joven y está todos los días de fiesta, sin entrar en detalles, hasta que le paran las patas y terminan encerrándolo en una casa pegada a un cementerio, con la obligación de componer una gran obra musical, porque si no podrá ser libre y compuso Don Giovanni.

Actualmente, puedes ir a Praga y comprobarás que todavía siguen interpretando dicha obra de Mozart en el teatro. Luego está Beethoven, que obviamente era otro máquina, pero no comparto nada de sus obras musicales, porque deseo que usted sepa, que en esos tiempos ancestrales, Beethoven y su familia eran súper modernos o vanguardistas de la época. La prueba está en que el hermano de Beethoven era estéril y por mutuo acuerdo, sin ningún problema de prejuicios, Beethoven es el padre del único hijo de su cuñada, lo cual quiere decir, que el marido de la cuñada de Beethoven, pasaría a ser el tío.

Espero que hayas sonreído con este enredo familiar basado en hechos reales y vuelvo con la pregunta del titular, "¿Conoces el nombre de la planta adjunta a esta carta?". Si estás leyendo y sabes su nombre, por favor, comuníquelo a la dirección de este periódico, porque nos gustaría saberlo.

La persona que vendía esta carta aseguró que cuando la planta regalaba la flor, era porque se avecinaban cambios positivos en todos los sentidos y ¡después de siete años!, ¡por fin!, cuándo estaba fregando en la cocina, por fin veo la flor. Con esta tontería sentí felicidad y obviamente de forma urgente, el primero en saberlo fue Carlos Magdalena, porque han pasado siete años, era su regalo y confieso que pensaba que la planta jamás regalaría una flor.

También recuerdo aquel día que encontré tirado en el suelo cerca de un contenedor, un tronco de diez centímetros aproximadamente con un diámetro de cuatro centímetros más o menos y parecía que estaba podrido. Es una planta que atrae salud, dinero y amor. Sentí que el tronco estaba vivo y me lo llevé a casa cuando vivía en un tercer piso. Lo planté, lo mimé y a los dos años tenía más de dos metros y casi no pude llevármelo para plantarlo en un jardín, porque casi no cabía por la puerta.

Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos, esperando que con esta carta haya logrado sacarte de la rotonda tóxica, si es que estabas en ella. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.