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sábado, 07 de diciembre de 2024 00:00h.

"Cuando di el sermón en la Iglesia de El Fraile"

Santana Corcovado _210847(1)
Santana Corcovado

A la dirección de Sol del Sur cada día llegan más de trescientos artículos y noticias y Esteban Pérez el fundador y director decide cuáles son las más interesantes para que los lectores sientan que no perdió el tiempo leyendo dichas noticias o artículos. Esperamos que esta carta sorprenda a la misma dirección y la comparta y si usted está leyendo es porque gracias a Dios la compartió. Comenzamos. Hará aproximadamente veinte años, Juan Carlos el antiguo párroco de El Fraile en el sur de Tenerife, me invitó dos veces a cenar en Los Abrigos y cogimos medio pedo tomando vino.

Confieso que a la primera persona que conoció Juan Carlos cuando llegó a este barrio del Sur de Tenerife fue a mí y comenzó una buena amistad. Recuerdo perfectamente que la primera semana de sacerdocio estuvo preguntando por los enfermos terminales para despedirlos y por los que estaban en cárcel para ir a visitarlos y con ese rollo me convenció de que era y es buena persona.

En las dos famosas cenas donde cogimos medio pedo, estuvo convenciéndome para que fuera a la misa de los domingos a las diez y llegamos a un trato. Le dije, "Si me dejas dar el sermón en la misa voy un par de domingos" y aceptó mi propuesta. Mi hija tenía seis años y la invité a la primera misa, además de a mi suegra, aunque ellas fueron porque "No creían que yo fuera a dar el sermón".

Cuando estábamos en la Iglesia disfrutando de la misa y llegó la hora del sermón, el sacerdote dijo, "Hoy dará el sermón nuestro hermano Juan Santana" y se sentó cómodamente. Algo gracioso y anecdótico fue cuando le dije a mi hija que fuera conmigo a sentarse a mi lado y respondió, "Yo al escenario no subo" y le respondí, que eso no es un escenario, es un altar. La cuestión es que... ¿Sabe de qué hablé en el sermón? Más de uno pensó y pensaba que iba a hablar de Dios, ¡Pues no!, hablé de que tenemos que unirnos para ser más educados y luchar contra los incívicos, que se están cagando este mundo sin piedad y sin escrúpulos.

¿Qué le parece querido director y querido lector? Pues esta historia basada en hechos reales sucedió hace aproximadamente veinte años, como para que vengan algunos a presumir que descubrieron la pólvora y hasta el momento ni Dios puede con este problema.

Actualmente, Juan Carlos ya no es sacerdote porque el destino es así y hasta el mismo papa firmó su despedida voluntaria. Espero que esta historia te haya llegado al alma y por lo menos valga de reflexión, que ya es bastante. Palabra de Yo. A man