Esta experiencia de poder gozar cinco días en medio de la naturaleza, nos demuestra a millones de personas que hemos caído en la trampa de la comunicación virtual donde la realidad de todos los sucesos que nos rodean están ahí, pero descubres que no pasa nada, no se solucionan por ejemplo los conflictos bélicos por más que compartas imágenes y denuncias con frases lindas, porque este es el camino de la evolución de todos los tiempos desde la era cavernaria.

Aunque sueñes con volver atrás, es imposible y cuando estás en medio de la naturaleza sin escuchar el mínimo ruido es alucinante, sin televisión, sin aparato de radio, con el sonido de los pocos pájaros cantando desde muy temprano y el ruido de las hojas secas cuando los lagartos caminan sobre ellas.

Estamos en Tijarafe, un municipio de La Palma, en las Islas Canarias, donde a partir de las diez de la noche es muy difícil tropezar con más de veinte coches en la carretera y a pesar del sufrimiento con el volcán, los palmeros siguen viviendo felizmente sin sufrir la entrada de cayucos por ejemplo.

Para poder enviar este artículo tienes que acercarte al Ayuntamiento de Tijarafe donde podrás conectarte al mundo exterior, no queda otra alternativa a no ser que programes el teléfono móvil para poder utilizar internet, pero no me da la gana y a ver cuánto tiempo podré aguantar sin convertirme nuevamente en un robot de carne y hueso, conectado a una central de datos, dónde están los humanos más inteligentes que mueven a los borregos a nivel mundial según se les antoja, porque están al corriente de nuestras vidas personales y sociales.

Aquí lo dejo que arranco para la montaña, antes de que se haga de noche. Perdone las molestias y gracias por la atención prestada.