Según los más “iluminados” del PEBT, el Partido de Expertos de Bares y Terrazas, el problema actual de Puigdemont podría deberse a que estamos en fechas navideñas y añora la compañía de sus familiares, amigos y compañeros, mientras no puede pisar territorio español.

Puigdemont cuenta con todo lo necesario para vivir en este mundo donde, lamentablemente, la humanidad a menudo acaba vendiendo hasta su propia dignidad. Sin embargo, parece que se siente solo y carece de afecto, de acuerdo a diversos expertos. La ignorancia es difícil de afrontar, pues nuestro cerebro responde a nuestras necesidades emocionales. La salud mental es fundamental: buscar la felicidad es esencial, y no esforzarse en ello es un grave error.

Ahora, Puigdemont vuelve a decir que Pedro Sánchez no es de fiar, lo cual es denunciable, ya que Pedro Sánchez jamás ha mentido. Además, ya está proyectando las elecciones de 2027 con la certeza de que volverá a ganar. Sus victorias son innegables, al igual que las de otros líderes como Maduro en Venezuela o Putin en Rusia, quienes, a pesar de las críticas, se mantienen firmes en el poder gracias a su astucia política.

De hecho, a veces entiendo a quienes eligen no votar, pues comprenden que la vida se visualiza mucho más bella cuando se basa en la verdad. En resumen, el gran problema de Puigdemont es, sin duda, su extrema falta de afecto.