Inicio del sagrado mes de Ramadán
Con la llegada de la madrugada, los corazones de millones de personas en todo el mundo se llenan de gratitud y esperanza al dar inicio al sagrado mes de Ramadán. Este tiempo de reflexión y espiritualidad nos recuerda la importancia del sacrificio, la paciencia y la compasión, valores fundamentales que nos acercan a lo mejor de nuestra humanidad.
El Ramadán no es solo un período de ayuno, sino una oportunidad para purificar el alma, fortalecer la fe y renovar nuestro compromiso con la justicia, la bondad y la generosidad. Es un momento en el que la oración se intensifica, el perdón se vuelve una luz en nuestro camino y la solidaridad con los más necesitados se convierte en una obligación moral.
Que estos días sagrados nos ayuden a reconectar con nuestro propósito, a encontrar la paz interior y a sembrar en nuestras comunidades los valores del respeto, la unidad y la hermandad. Que cada oración sea una súplica sincera por un mundo más justo y cada gesto de generosidad una semilla de amor y esperanza.
Desde lo más profundo de mi corazón, envío mis mejores deseos a todos aquellos que inician este bendito mes. Que el Ramadán traiga a nuestras vidas salud, prosperidad y armonía. Que nuestras oraciones sean escuchadas y nuestras almas encuentren la paz.
Ramadán Mubarak. Que la luz de este mes ilumine nuestros caminos.