Basura: la asignatura de Arona
Lo reconoce el propio Gobierno municipal: "Con la basura en Arona tenemos un problema". Los vecinos están cansados de protestar, sobre todo en los núcleos costeros o en barrios abandonados como El Fraile. Dácil León, segunda teniente alcalde, avisaba hace unos días que se trabaja en una nueva adjudicación, la actual ha quedado obsoleta ante el evidente aumento de población.
No es algo nuevo. Los servicios de limpieza y recogida de basura en el municipio, antes de la llegada de Valoriza, tampoco han sido un dechado de virtudes, ni tampoco el servicio de jardinería, que pareciera peleado con el de recogida de residuos sólidos. No solo falta material para un municipio complejo por su extensión y dispersión poblacional, sino también personal, tanto que hay días que el 40% está de baja o de vacaciones, dicho por los mismos trabajadores.
Pero ese supuesto servicio de recogida de basura y limpieza viaria no solo tiene que atender a cien mil vecinos, sino a otros tantos turistas que semanalmente ocupan hoteles y viviendas vacacionales en Los Cristianos o Playa de Las Américas, por ejemplo. Una carga de trabajo que a tenor de los visto no se corresponde con el pliego de condiciones del contrato. Un servicio, además, que molesta a muchos vecinos y turistas de las calles de Los Cristianos cuando esos camiones descargan los contenedores a las dos o tres de la mañana. Cómo para no desvelarse.
Arona se enfrenta a grandes desafíos en un futuro cercano, con la urgencia de un Plan General que ordene su territorio y acabe con los pueblos fantasmas, pero mientras tanto tiene que ordenar su imagen, empezando por limpiar su casa o vigilar que no se ensucie tanto. Y este comentario que sirva como "un parte de incidencia", como me pidió un día la señora alcaldesa, Fátima Lemes Reverón.