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jueves, 28 de marzo de 2024 12:11h.

Apuntalando

Sin duda, el sector de la construcción apuntala la economía canaria, es decir, es como el madero hincado en firme, que sostiene lo que está desplomándose o amenaza ruina. Consolidando su papel de locomotora, es una seguridad para coger confianza y hacer frente a la incertidumbre que nos envuelve por todas partes, siendo el sector con más dinamismo empresarial y creador de empleo. Pero hay que destacar y poner en valor, la paradoja de la construcción en nuestras islas, basada en que, soportando un incremento desmesurado en el precio de las materias primas o energéticas, el sector resiste y continua al alza. Siendo un acto de responsabilidad de los empresarios, que no cejan en cumplir sus compromisos, a pesar de las dificultades.

 

Nuestra Comunidad Autónoma, sin duda alguna, siempre ha tenido las mayores cotas de crecimiento económico, creación de empleo y desarrollo social, cuando la construcción tiene un ritmo de actividad constante, resolutivo y propulsor. Ahora, vuelve a afianzarse como el sector básico y estructural de la economía canaria. Cuando tiene actividad suficiente y normalizada, cual motor de arrastre, los demás sectores económicos trabajan con más intensidad y alegría. Cuenta con la fortaleza exigida, para encarar las adversidades a las que nos estamos enfrentando. Ya,  en su día, le ganamos la batalla a la COVID-19, siendo el único sector económico que siguió trabajando, a pesar, de todas las dificultades del momento y destacando que, con la responsabilidad de los empresarios y trabajadores, conseguimos que la pandemia tuviera una mínima incidencia en las obras. En estos momentos, estamos haciendo frente, con gran esfuerzo, pero con contundencia, a la subida descomunal de los precios de las materias primas y al desabastecimiento de algunas de ellas. Además de soportar los incrementos de precios en los combustibles, que para el sector es dramático. 

Estamos presentes en la ejecución de la obra pública licitada, la que hay, porque debería ser más abundante, retrasada por una administración lenta, obsoleta y obstaculizadora, sobre todo en Tenerife, porque no hay que olvidar que ahora le toca, después de décadas de inversiones y ejecución de obras en otras islas y también, en La Palma, por las circunstancias particulares y difíciles que pasa. El empleo se está centrando en las obras de rehabilitación, reforma, conservación y mantenimiento, donde trabajan, principalmente las pymes, microempresas y autónomos, de acuerdo con la recomendación de la Unión Europea, de incorporar la eficiencia energética, la accesibilidad universal y la digitalización en las edificaciones, haciéndolas sostenibles y confortables, dando mayor calidad de vida y bienestar social, con el fin de descarbonizar el territorio. Es la aplicación practica de la Agenda Verde.

Los datos de empleo del sector en Canarias, a mes de marzo de este año, son más que esperanzadores, siendo los mejores de los últimos cinco años. Actualmente estamos trabajando unas 55.000 personas de manera directa, con un equilibrio regional en la actividad del sector, con datos cuasi paralelos en las dos provincias canarias. Hemos recuperado las cifras de empleo, del segundo semestre de 2021. Significativo es que el aumento de autónomos es imparable y continúa en una línea ascendente muy favorable. El paro registrado en marzo en el sector de la construcción representa el 9,69% del total de paro registrado en Canarias en dicho mes y continua a la baja, siendo la mejor noticia.

Construir significa literalmente, hacer de nueva planta una obra de arquitectura o ingeniería, un monumento o en general, cualquier obra pública o privada. Es constantemente un avance, adaptándose a los tiempos y demanda ciudadana, que pide cada vez más confort, para vivir mejor. Los detractores de la construcción se equivocan, porque la diseccionan ideológicamente, la realidad es otra bien distinta, que sólo acarrea beneficio y riqueza social. 

 

 

Oscar Izquierdo

Presidente de FEPECO