Siete el número primo de Sánchez
El siete en nuestra lengua y cultura es un número muy seguido por aquellos que ven en este número un signo de suerte, y como dirían los castizos que "tiene muy buen fario". El siete siempre ha estado en boca de todos usándolo como ejemplo de diferentes cosas entre ellas, los 7 pecados capitales, los 7 niños de Écija, los 7 machos de México, los 7 magníficos, las 7 maravillas del mundo, el 7 como número primo, en fin hay un catálogo más que amplio e importante de este número.
Pues ahora también se lo adjudicó para no ser menos Pedro Sánchez, nuestro "long" Presidente, porque son 7 los votos que le ayudaron a estar ahora de Presidente y que ahora le hacen estar con una estabilidad más que latente para que pueda seguir en su poltrona. Y todo este nerviosismo que tiene se lo ocasiona el experto en fugas y conocedor de maleteros, Carlos Puigdemont, un prófugo delincuente que necesita para aprobar los presupuestos generales del Estado.
Sánchez está quemando sus últimos cartuchos, y por mucho que mande a su hombre de confianza Santos Cerdán como puente entre él y Puigdemont, ha llegado a la altura de estar insufrible por la nula labor rozando el fracaso con las conversaciones que se han tenido con el prófugo. Conversaciones bufa entre Cerdán, Puigdemont y Junts. Cerdán hay que aceptar que no da la talla, es un verdadero vende mantas, y para la turba catalana de Junts, ya no se fían de Sánchez porque les ha engañado muchas veces con darles un caramelo que luego ha salido amargo, ya es tarde. Puigdemont sigue en Waterloo y Sánchez dando bandazos en la política nacional, viendo que se le escapa su gobernabilidad por todos los escaños del Congreso.
Pero Sánchez es terco y no se rinde por nada y confía en recomprar los 7 votos que le otorga Junts, a pesar de la burla, bufa y risa abierta que le ocasiona a Puigdemont solo oír el nombre de Pedro Sánchez. Si algo de todo este entramado chanchullero, de toma y daca, más propio que de negocios hechos en "cascorro" que en Moncloa, es que lleguemos a saber cuánto dinero le ha costado y le sigue costando al contribuyente, y qué concesiones le habrá hecho el Presidente Sánchez a ese delincuente asilado en Waterloo.
Pero creo que en su momento Sánchez dijo que puede esperar unos meses sin aprobar los presupuestos generales del Estado. De momento el "sanchismo" está férreo en la Moncloa, no sale Sánchez ni con agua caliente, todas las andanadas que le propina Feijóo se pierden todas en el éter. Todos arremeten sobre los Presupuestos Generales, han reaccionado en España y en Europa exigiendo ya, elecciones generales en España si esto se alarga en aprobar los presupuestos.
Todo esto es para el ambiente popular político un Mortadelo, porque a la peña todas estas amenazas de que harán o no harán elecciones les da un ataque de risa floja, y se acogen al dicho popular que dice "Con el dinero ajeno, yo soy rico".