¡Las competencias de fronteras según Marlaska son del Estado!
Quieren que estemos fuera de toda dignidad política. O hemos llegado tarde a alcanzar una convivencia perfecta, a pesar de que nos denominemos democracia, o desean que seamos pasto de aquellos que, arrastrados por sus intereses, buscan el mal colectivo, ajeno y particular, para el resto de los españoles, simplemente porque somos contrarios a sus nefastas y bochornosas creencias.
Todo el día están sacudiendo sus estúpidos discursos sobre lo que este país necesita y lo bien considerado que está por la Unión, sin darse cuenta de lo que seremos para quienes hoy aplauden en Bruselas la postura de Sánchez: seremos los conejillos de Indias en esa afrenta que tendremos con Trump y quienes apoyen esa política yanqui. Nosotros, en plan Quijote, dando la cara y enarbolando la bandera, mientras nuestros amados socios, como siempre, observan desde la distancia, escondidos en su individualismo.
Como estamos en los meses de rebajas, el presidente Sánchez regala competencias como si fueran serpentinas, a cambio de favores políticos que nutren su excelsa figura. De este modo, vemos la desmesurada ambición de los independentistas catalanes por expulsar a la política española de Cataluña; según ellos, están mejor servidos con sus "Mossos d'Esquadra". Así, estos individuos alcanzan niveles patológicos extremos en su deseo de eliminar la presencia estatal.
¿Qué dice nuestro ministro del Interior, Marlaska, ante el desasosiego que sienten los policías nacionales y la Guardia Civil? Es un grave error, señoría, permitir este ataque a las competencias de nuestra policía y guardia civil en Cataluña. Esto plantea la interrogante de si usted se siente incapaz o teme políticamente la embestida ciega de estos independentistas. La opinión pública considera que sus argumentos son más que insuficientes para justificar su permanencia en el cargo; debería dimitir, dejar la cartera del Interior y dedicarse a lo que realmente sabe, pero que no sea la política. Si lo hace, será un buen regalo para millones de españoles que ven en su actuación un espectáculo de guiñol de feria.
Esperemos, como tantas veces lo hemos hecho, a ver cómo queda esta justificación para la cesión de fronteras, porque aún estamos a la espera de ese informe del Gobierno que afirme que los "policías nacionales son una profesión de riesgo".