Esa unión (aunque parezca cultural) puede albergar ese deterioro enorme que tiene el PSOE desde Zapatero subiendo en crescendo hasta el supermago Sánchez, que es el que ha traído a la política española y para muchos sectores políticos la puntilla al sistema del 78.

Estos dos políticos con mucho pedigrí, y por lo que sabemos muy aceptados por la ciudadanía, de hecho nadie les ha hecho nunca "pedorretas" por sus políticas, estos políticos si sabrían cortarles las locas pretensiones del prófugo Puigdemont de conseguir una amnistía para este zángano y para esos que aún están procesados, que quieren con el prófugo conseguir también, a que se haga un Referéndum de autodeterminación para la independencia de Cataluña. 

Felipe, con su maestría demostrada en política, ha sentenciado diciendo que la amnistía y el referéndum que piden son anticonstitucionalistas, y hay que saber que de llevarse a cabo eso, traería una serie de culpas que le darían al régimen democrático español. Guerra con otro talante, ha bajado más al ruedo dialéctico y le llama "Gánster" al prófugo Puigdemont, y asegura que la condena de la Transición del 78 sería si se declaraba la amnistía para este delincuente y seguidores del independentismo.

Sánchez, está acostumbrado a jugar en dos tapetes, y les dice a los prófugos que no hay tiempo para sacar la Ley de Amnistía, ya que puede esto tardar más de tres meses, y la investidura hay que tenerla antes del 27 de noviembre, que es cuando se acaba el plazo para dicha amnistía, y por eso al no ser posible y sin más preámbulo habría que repetir de nuevo las Elecciones. Así que le dice al prófugo Puig, que hay suficiente tiempo por Ley para no ponerte los "Grilletes" si apareces por España.

Ahora, al ser González y Guerra los que abiertamente han dado su opinión sobre el tema, Sánchez no se muerde la lengua y con sed vengativa les vaticina unos Idus, ya que todavía sigue con la martaguilla de desempolvar el "caso de los GAL".