EL "MENSAJE DEL REY" GANÓ VOLUNTADES
El mutismo que hizo el Rey de su padre al no nombrarlo en el desarrollo de su discurso navideño, fue todo un alarde de respeto total a su progenitor, y si este Emérito fallo y abuso de su cargo en su momento, es la Justicia y el Gobierno los que pueden y deben de amonestar públicamente y pasarle la factura social que como español es igual hoy que los demás, y debe de cumplir con las normas y leyes que están dictadas, pero nunca el hijo amonestar al padre de nada y por nada y menos públicamente, lo único que debe de hacer (y lo está haciendo es no equivocarse tan gravemente como hizo el emérito).
Nos pusimos las manos en la cabeza pensando en los "tantos" que querían que con demasiada alegría el Rey debería de haber dado una reprimenda sobre el dinero que el emérito con sus "chanchullos" movió.
Pero sin embargo tampoco entró en los problemas que son los que más en este momento están apurando al español, viendo su futuro inmediato lleno de charcos y con una polución de pobreza que asusta al país. Sin embargo hizo un encendido recuerdo a todos aquellos profesionales de la sanidad que con su valentía y abnegación están combatiendo con los enfermos al virus que tantas vidas se llevaba y se sigue llevando. Pero nada dijo de esa afrenta que parte de este Gobierno está haciendo contra la Monarquía. Nada dijo de la República (aunque todos los republicanos no piensan en contra del Rey) son esos los que juegan con la división de España y aborrecen la Constitución.
Esa jauría de inadaptados siguen sin ver que el pueblo español acepta la Monarquía de Felipe VI y la Constitución del 78 en un 60% de los votos que le son favorables a esta Institución Monárquica, cuando la aceptación para ellos, los separatistas e independientes apenas llegan al 14 % del electorado. Tampoco comento el problema de las aguas marroquíes con Canarias, y el peligro que se cierne sobre el Archipiélago con ese afán de expandir su país como tiene Mohamed VI.
Estos problemas son los que hay que desenmascarar y en su totalidad a esos núcleos que el Rey debería dar su real opinión sobre la corrupción que pulula por España poniendo por ejemplo el Gobierno catalán. También querían oír del Rey que se puede hacer ante el nulo respeto que gente que está dentro del Gobierno como comunistas, etarras y separatistas le tienen a la Constitución Española y proclaman que su norte es destruir el Estado, al Rey, a nuestros símbolos Nacionales, nuestra cultura y lengua y a todo lo que represente a España.
Posiblemente todo lo que dijo el Rey en su discurso navideño eran palabras de discurso, pero lo que es verdad es que ha recogido una cosecha que es la que le ha dado su arenga con una aceptación brutal, dejando fuera de juego y con cara de póquer a republicanos separatistas, a comunistas de Podemos, a los peores integrados a nuestra democracia, a los apocalípticos, a etarras anti-régimen del 78, y a toda esa podredumbre que quiere complicar más la sociedad de lo que está.
A su discurso Majestad hubiera faltado hablar algo más a pie de calle, de los que están en la ruina, en el paro sin futuro, de las ayudas del Estado a la población para que no cunda el abatimiento. Por lo demás el resultado ha sido óptimo y espero que haya tiempo para convocar con la misma atención al ciudadano español.
Salvador Barnes