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jueves, 28 de marzo de 2024 01:27h.

Los "piropos" de Iglesias a Yolanda

El verbo "dimitir" en España, si alguien piensa en esto, es un sueño inalcanzable, por mucho que lo pida la ciudadanía, que se queja y se queda como el que dice "quiero y no puedo" en la política hispana. Ya hemos abierto la jaula de los improperios que se le otorga a las personas políticas que piensan presentarse a los próximos comicios. Todos creímos que era Sánchez el paladín de arreciar contra sus contrarios políticos sus puntos de vista más soeces, pero ¡qué va!, le ha cogido el testigo alguien al cual la simpatía nacional que se le tiene a Pablo Iglesias en la metamorfosis de su persona es nula total, y en muchos casos vomitiva.

Ahora Iglesias, cerebro comunista, de esa arrolladora idea nefasta leninista, que tiene más muertos en su lista que los mismos nazis, arremete contra su ex pupila Yolanda Díaz, porque esta se va a presentar en las próximas Elecciones Generales, sin contar con él ni decirle nada con ese desprecio que le ha dado a la política ñoña y decadente que predica Iglesias, de esta forma ya se olvidó Yolanda, que si está en el cargo que ocupa, es por mor del "coletas".  Este exlíder de pacotilla de la hoz y el martillo, ha sido una vergüenza para su partido, y para el Gobierno de Sánchez una rémora. Trata a Yolanda Díaz con una rabia mal contenida acusándola de ingenua, militarista, desagradecida, irrespetuosa, reaccionaria y otras lindezas más que han salido de su apestoso repertorio, muy propio de un tipo barriobajero como este, amo de ese "casoplón" comunista

Hoy Yolanda todavía es la Vicepresidenta del Gobierno socio-comunista de Sánchez, un gobierno como este que va restando los días que le quedan para estar en el poder y a Sánchez en la Presidencia. Pero aquí ya lo sabemos todo lo que puede dejar el comportamiento político, que con todo lo que le ha dicho el intelectual bufa bolchevique a Yolanda, otro político con esa dignidad que debe de tener la política, y tener esa clase que no tienen, sopesando el cargo que ocupa y la trascendencia que tiene ante el ciudadano, es suficiente motivo para que hubiera presentado su dimisión.

Rápidamente, el coro del Congreso se preguntó y dijo al unísono ¿Qué es dimitir?.