"Ustedes tendrán sus ideas pero usamos las mías"
"Al burro Victoria, ni pena ni gloria". Esto es lo que creemos que a pie juntillas nuestro Presidente Pedro Sánchez ha aprendido, porque le da todo igual, es el clásico "ni fu ni fa". De que Sánchez tiene predilección por algún Ministro de su Gobierno "melé", es algo que todos lo vemos, se sabe que lo ha convertido en un laboratorio, del cual ha salido la fórmula de Frankenstein y lo ha puesto a una demencial forma de gobernar.
La ciudadanía está llegando con claridad dañando así al PSOE, ya que en todas las encuestas que se hacen salen perdedores, por el alto índice de indignación y malestar que se perfilan en muchos sectores sociales, Sánchez hace caso omiso, porque para él todas estas encuestas están manipuladas.
Pero Sánchez pasa de todas estas patrañas y hace el gesto de los tres "monos", calla, no oye, ni ve y traga carretas y carretones de todo lo que hace y le exige la Cenicienta de UP, Montero "de cajera a Ministra de Igualdad", algo inaudito en donde Europa se pone las manos en la cabeza al ver esto.
La pregunta del millón que se hace muchos sectores políticos es ¿la apoyaran igual los de Podemos como la está apoyando Sánchez?. Montero encuentra igual el apoyo en su desvarío con los republicanos de ERC con su líder Rufián que pretende también las reformas de los delitos de sedición y malversación. Todo parece que le viene bien al Presidente y tolera tragando con un acompañamiento de bajada de "gayumbos", todo se da por bueno si a cambio se le da lo que es necesario para Sánchez, y es que se le aprueben los PGE del 2023, para así poder acabar sin sobresaltos y con un trote triunfal el final de esta legislatura, y afrontar muy dignamente las Elecciones Generales del 2023.
Nadie entiende (aparte del lumbreras), el porqué se dan esos escándalos de los beneficios penitenciarios a los delitos de violación y abusos sexuales, apuntando todos por ser la causa de los errores de la Ley del "si es si". Todo esto y (para la cultivada inteligencia) de Sánchez son agua de borrajas. Y esto da a entender que es el momento de dar la razón y apoyar a Montero a que no quiera arreglar esa Ley, negándose a reconocer su equivocación ante los jueces por esas descalificaciones aberrantes que les otorgó, y eso que aplicaban correctamente su "estúpida ley".
Seguimos apostando a que el último que llega es el que quiere implantar su locura.