De que somos un País lleno de rencillas es un hecho que se puede comprobar, somos insaciables. Perdonamos pero no olvidamos, sera porque el perdón da por acabada una situación, y el no olvidar tiene el efecto de tener siempre a la mano "fresquito" el problema para sacarlo a la palestra cuando se crea conveniente a la persona, colectivo o al Partido.
El efecto que tiene es como una onda expansiva, esta siempre en primer plano. Un Ministro puede estar fuera del Gobierno pero no fuera de los cajones que alguien en su momento atesoro grabaciones, citas o algún otro papelajo que puede interesar mucho al Gobierno y este ponerlo en circulación, ya que la "rumologia" es un mal de marujas que tiene el País.