Es un problema gravísimo, porque si el turismo no sirve para mejorar la vida de nuestra gente, entonces ¿para qué que lo queremos?”. Son palabras de José Miguel Rodríguez Fraga, el alcalde de Adeje en los últimos treinta y siete años, el primero que se ha atrevido a declarar su municipio “zona tensionada”, como también lo ha hecho Granadilla de Abona, ante el aumento considerable del precio del alquiler de vivienda residencial y los problemas que esto acarrea para conseguir trabajadores para la planta hotelera más lujosa de Canarias.
“Una media paliativa que no va a resolver el problema de la falta de vivienda, pero que permitirá un control de los precios de alquiler e incentivar que los propietarios pongan las viviendas en el mercado porque hay ventajas fiscales”, reconoce Fraga, que además apunta a medidas para liberar suelo para promociones públicas y privadas, con precios asequibles a la clase trabajadora, en contra de lo que opina el Gobierno de Canarias, que ve más factible para sacar viviendas al mercado la combinación del decreto ley de medidas urgentes y la futura ley de viviendas vacacionales que la declaración de zonas tensionadas.