Por todos es sabido que para que exista la democracia hace falta contar con una prensa mínimamente libre que sea capaz de informar con veracidad y pluralismo sobre las cosas importantes que suceden en un territorio dado, y esto no lo digo solo yo, lo dicen todos los politólogos, sociólogos y demás ilustrados que reflexionan sobre nuestras mal llamadas democracias. Un ejemplo perfecto de esta ausencia de democracia por falta de libertad de prensa lo tenemos en el municipio de La Laguna, un municipio que sufrió durante muchos años el rodillo reaccionario de Coalición Canaria, con alcaldes como Oramas, Clavijo o Díaz, que bien se encargaban de gastar importantes cantidades de dinero público en publicidad y comunicación en medios como forma "legal" de tener controlados a los medios de comunicación.
Es sencillo: el periódico se porta bien, ponemos mucha publicidad institucional en su medio, se porta mal, ya no recibe un duro de publicidad institucional. Pues bien, está actividad antidemocrática y seudomafiosa que tanto denunciaron en su día el Señor Rubens Ascanio y su colega Santiago Pérez, parece que ha tenido continuidad bajo el mandato del nuevo alcalde socialista y sus socios Ascanio y Pérez, como denunció ayer en una radio de Tenerife el que fuera concejal lagunero durante bastantes años, en el gobierno y en la oposición, el antiguo dirigente socialista Javier Abreu.
Denunciaba Abreu, ante una pregunta que se le hace en la radio (programa El Hervidero del 17 de octubre en Xanadú Radio), y cito textualmente: "¿Cuánto se ha gastado el Ayuntamiento de La Laguna en los medios de comunicación? Mira..., no lo sé con exactitud, pero deben de rondar más de tres millones de euros, solo en redes sociales (...), el alcalde se gasta 800.000 euros... anuales."